I. Así fue como empezó

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En el túnel lo estuve mirando hasta que se ganó en la fila de los argentinos. Yo no tenía puesta la camiseta y de nuevo no iba a ir de titular, pero poco me aguanté cuando lo vi meneando su culito rico a la derecha y a la izquierda con las manos en la cintura, soltando un swing juguetón como si supiera que yo lo estaba observando y estuviera agarrándome pal hueveo. Te gusta que te miren, Paulito, pensé pasándome la mano por la nuca. Este culiao sabe que le tengo el ojo echado desde que bajamos del bus.

El Arturo pasa al lado mío y me pregunta qué ando haciendo aquí. Yo no le contesto. Ándate a huevear al Gary o a Jarita. Oye, Ángelo, me insistió, sal a la cancha que va a empezar el partido, qué andai maraqueando por acá. Saco de hueas, porqué no lo gritai mejor, le dije y lo quedé mirando. Vidal no me cae mal, pero puta qué es hipócrita el hueón; si yo ando de maricón porque le estoy mirando el culo a Dybala, ¿él anduvo de hetero cuando le rompió el hoyo al James después del partido contra Colombia? Cree que no nos dimos cuenta de que el colombiano se subió cojeando al bus después de que se despidieron, con la excusa penca de que se había lesionado.

Y además, no me hace menos hetero andar deleitando la vista un ratito con el 21 de Argentina. Pendejo rico... ¿de cuándo que están tan buenos los argentinos? ¡Esa carita de gato enojado que tiene! ¿También gritará como gata cuando lo ponen en cuatro? Yo he escuchado hueás. Rumores que se cuentan en el camarín. Que Cristiano se lo ha tirado hasta quedarse seco, que se la chupó a Paredes en pleno entrenamiento. ¿Y con esa pinta de niñito que no quiebra un huevo? Ay, Paulito, y ahora me estai mirando con tus ojitos claros...

Es muy descarado este culiao y esa hueá me encanta. Dejó de moverse, pero me sigue mirando fijamente y yo no soy hueón, me estai provocando cabro chico y, puta, yo de fierro no soy. Vidal se fue a poner en la fila, se anda saludando con Messi. ¿Se irá a comer a Messi ahora el culiao? Ya po, Angelo, ándate pa fuera. Hinchándome las pelotas, el saco de hueas. El gusto de andar marcando la superioridad, este concha de su madre... ¿cuándo volverá Claudito?

Tranqui, Arturito, me voy corriendo. Hasta le sonrío, pero Vidal me pone cara de orto. Arturito le dice James y todos sabemos acá cómo le calienta eso a Vidal, yo se lo digo no más pa huevearlo. Puta, todos tenemos nuestro punto débil y también alguna hueá que nos hace distraernos un poco del partido. Sí, los equipos ya van a salir y yo ando maraqueando con este putito... no me arrepiento de nada, en todo caso.

Me hago espacio entre los cabros, arengándolos, y me cuelo por la fila de los argentinos. Hoy día hay que borrarle la raja a estos culiaos. Nunca dejo de mirar a Dybala, que tampoco se anda escondiendo. Parece que me tiene tantas ganas como yo le tengo a él. Flechazo del minuto, porque antes de este partido en vivo yo nunca había visto a este pendejo rico. Paso entre medio de Lo Celso y del arquero, que andan puro hueviando. Puta Paulito, ¿sáltate el partido y vámonos a las duchas?

Me acerco entonces. Paulito anda perfumado hasta para ir a jugar a la pelota y huele rico el culiao... Nos miramos, verde contra verde y me detengo a su lado. De más que los otros nos están viendo, pero me importa una soberana mierda. Este pendejo me tiene caliente y tiene que arreglar esa hueá. Es culpa de él por mirarme así. Toco con mi pecho su hombro, Dybala es un poco más bajo que yo y esa hueá me gusta. Si nos vemos después de los 90 minutos te voy a dar como caja, Paulito.

Paulo no me sonríe, me mira no más. Siento que ha pasado tanto tiempo con nosotros aquí parados en medio de la bulla de los demás, pero es nada. Ni diez segundos han corrido, es que este cabro chico me tiene loco. Cuando oigo a los de la organización gritar que se tienen que ir a la cancha recién le sonrió. Pendejo de mierda, no hace más que mirarme. Y mientras todos los cabros empiezan a saltar y a elongar antes de salir a jugar, yo decido emprender camino a la banca. Quiero decirle que está rico, pero no vaya a ser que me escuchen.

Ya, basta de mariconeo. Tengo que irme a la banca a ver cómo los cabros se culean a Argentina. En una de esas entro y le entro a Dybala por abajo. El que entendió, entendió. No le deseo buena suerte a Paulito, empiezo a partir no más. Chao, chao joyita. Me voy por detrás de él y sorpresa; esta no la había esperado ni yo. Maricón culiao... Cuando paso atrás, Paulito se agacha para arreglarse las medias, descaradamente rozando su culito en mi entrepierna.

Después de esta no te salvai Dybala. Después de andar pidiendo pico así, no te quejí.

Me muevo hacia adelante muy poquito y lo escucho suspirar. Ay, putita... espérame después del partido. Aunque Argentina gane este partido y nos rompa el orto, yo te lo voy a romper a ti y que de esa hueá no te quede ninguna duda.

Paulito se endereza, me mira de reojo y me sonríe, por fin, y yo me voy. Qué chucha le pasa a este maricón, que hasta sonriendo se ve bonito el culiao.

Tiene polola dicen todos. Una mina que está más rica que la chucha. ¿Y él prefiere ofrecerle el culo a un hueón que conoce hace 2 horas?

No voy a mentir, estoy más caliente que la cresta y no creo que me pueda sentar en la banca sin que el Nico se cague de la risa. Me da lo mismo porque después de este partido a mí me va a salir cachita. Y nada más ni nada menos que con Paulo Dybala, la joya de la Juventus. Este culiao me está invitando así, sin palabras, y yo no soy hueón para no darme cuenta. Te va a quedar gustando, Paulito, de esa hueá estoy seguro. A mí los minutos del partido se me van a hacer eternos. Una hueá sí hay que dejar clara. Tiramos hoy día y mañana no me acuerdo. Ya escuché que erí intenso Paulito, pero a mí esa hueá me gusta. Sin irse en la volá eso sí, que yo tengo familia, ¿qué es una canita al aire igual? Con un hombre no vale. Calladitos los dos y así nos vamos.

Y en una de esas, en verdad, si nos gusta a los dos... ¿por qué no repetirlo? Harto rico estai po, pendejo, para qué te voy a mentir. Hartas ganas tengo de meterte el pico y no sé si me va a bastar una sola vez. Hagámosla piola igual, Paulo, para que no cachen los demás. Mira que si te tirai a Ronaldo o a Paredes o a Higuaín, esa hueá está bien, porque te están culiando hueones bacanes, hueones que Argentina considera a su nivel. Pero si la gente se entera de que le estai pasando el culo a un chileno... pobre de ti.

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A/N: Ya, les explico chiquillos. Esta parejita se me ocurrió viendo el partido por el tercer lugar de la Copa América entre Chile y Argentina. Comentando en un grupo de ArgChi de Facebook, comenzamos a shippear a varios futbolistas y esta fue una de las parejas que se armó, principalmente porque ambos son los guapos de sus equipos jaja. Con el paso del tiempo les he agarrado cariño, así que quise escribir esta historia. Llamo a la pareja "Sabala" y esta historia va a estar narrada en primera persona todo el tiempo, desde el punto de vista de Sagal.

Hasta el momento tengo tres capítulos escritos. No prometo ser rápida con las actualizaciones, pero no creo que la deje abandonada.

Así que chiquillos, enamórense de esta pareja así como yo lo he hecho. Para los que no cachen bien a los personajes, en especial a Ángelo Sagal, los invito a buscarlos en google y ver lo shippeables que son jaja.

Hay mucho chilenismo en la historia, es verdad. Si no entienden qué quiere decir alguna expresión o alguna frase, pregunten no más.

Disfruten mucho la historia! Y apreciaré que me dejen algún comentario para saber si les gustó (: Gracias por leer!


A Primera Vista | Paulo Dybala & Ángelo SagalWhere stories live. Discover now