Parte 47

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Lita

Me pongo en estado de alerta cuando escucho el ruido de los neumáticos que provienen del exterior, me asomo a la ventana para comprobar que han llegado, Steve es el primero en bajar, con mirada seria como ya estoy acostumbrada, rodea el auto y le abre la puerta a mamá, ella sale radiante. ¿Realmente esta todo controlado? ¿Tendremos el dinero? ¿nos iremos pronto de está casa? ¿nos reencontraremos con papá? Mis preguntas quedan en segundo plano cuando mi madre se lanza a los brazos de Steve cual chiquilla enamorada, actúa muy bien cuando nadie la ve. ¿Por qué es una actuación no? No puede ser real esa sonrisa y la mirada que le da a Steve mientras se cuelga de su cuello.

De pronto mira hacia arriba observándome, se ha dado cuenta que estoy en la ventana y su expresión cambia, se pone seria como si la ¿hubiera pillado? Me alejo de la ventana como si tuviera temor, niego con la cabeza, son imaginaciones mías, eso debe ser. No he comido desde ayer y la barra de granola que guardo bajo la cama para mi aperitivo nocturno sigue ahí esperando que la coma. Me late la sien, estoy pasando por mucho estrés, quiero saber que está pasando, quiero saber que pasará con papá ahora que no tiene abogado y porque mamá ha prescindido de los servicios de aquel hombre.

Salgo de la habitación para verla, necesito respuestas.

Holder

-Hola Holder. -Rafaella me sonríe dulcemente, pero sus ojos son intensos, casi perturbadores.

-Si no es por Santiago, no me entero que llegabas hoy padre. -Ignoro a esa mujer para dirigirme a él. Por su mirada, puedo ver que no le gusta que la haya dejado con el saludo al aire.

-Pensé que estarías en la universidad Holder. -Responde.

-Decidí esperar a que llegarás. -Comento y luego miro a Rafaella mientras pronuncio las ultimas palabras. -Tengo cosas que contarte.

Rafaella interrumpe como me tenia previsto. -Steve cariño, creo que hemos tenido un viaje largo y cansado. ¿te parece si preparo la bañera para que te relajes un poco? -Se acerca sobándole el brazo con sensualidad. Me enferma.

Mi padre le sonríe. -Me parece perfecto. -Me mira. -Holder, dejémoslo para más tarde. -Dice empezando a caminar junto a esa arpía.

Me paro en frente, impidiéndole el paso. Ambos se sobresaltan. -Es muy importante que hable contigo. Ahora. Padre.

Frunce el ceño.

-Mamá, has llegado. -Aparece la arpía numero dos. Rafaella le sonríe y la abraza.

-Te extrañe mucho. -Dice mientras le acaricia el cabello.

-Hola Steve. ¿Cómo les fue en el viaje? espero que se hayan divertido mucho. -Dice Lita sonriendo. Ella y su madre son una fingidas.

-Lo hicimos, era necesario. -Comenta mi padre mientras le sonríe a Rafaella.

Muevo el cuello a ambos lados, de pronto siento que se ha formado un nudo, estoy empezando a sentir tensión por todo esto.

-Pa... -Intento volver a llamar su atención, pero Lita me interrumpe.

-Mamá te ayudo a desempacar, vamos. -La jala de un brazo, provocando que Rafaella tambalee su postura.

-Claro, vamos cariño. -Le dice a mi padre.

Le clavo los ojos, quiero que me mire.

-Voy a subir las maletas. -Comenta, mientras me ignora.

Rafaella le da una ultima mirada. -No tardes, te quiero en 5 min, arriba. -Ríe, pero se que solo está tratando de ocultar su nerviosismo, sabe que le contare a mi padre su sucio secreto.

INEFABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora