Parte 40

89 10 3
                                    

Día 27/10 ---- 5 días para la boda

Shaw

Siento un leve zumbido en la oreja, me remuevo para alejarlo y cuando encuentro otra posición cómoda y placentera me relajo acurrucándome más entre las sabanas. Es tan calentito aquí, no quiero despertar. Pero de nuevo el zumbido interrumpe mi sueño. Que rayos.

Abro los ojos de a pocos, adecuándome a la luz que entra por las cortinas semiabiertas de la habitación, me concentro en el techo mientras bostezo y ese zumbido otra vez me saca del trance. Al instante me pongo en alerta, notando tres cosas. Uno, estoy en una habitación que no es la mía. Dos, no veo a Holder por ningún lado y tres, ese zumbido es de mi móvil tirado en la almohada.

-¿Holder? -grito para saber si se encuentra en el baño.

No encuentro respuesta y ese zumbido se oye otra vez. Agarro el móvil.

Tuve que irme, no te asustes, todo está bien. Hablamos luego. 01:35 am

Fue real. Solo por si tienes dudas 😊 02:20 am

Leo el mensaje de Holder sintiéndome algo desorientada. Me dijo que todo estaba bien, pero se fue ¿Por qué? Y todo para que una hora después me vuelva a escribir tal vez sintiendo que no fue tan claro en sus palabras. Trato de suavizar su partida, pero no entiendo porque tuvo que abandonarme en primer lugar. Suspiro.

Me siento en la cama y lo primero que veo es mi ropa tirada en la alfombra, se me calientan las mejillas de recordar lo que paso anoche. Lo sentí especial, aunque ahora me asuste de lo que pase después, para mi fue especial y lo guardare en mi corazón.

Media hora después estoy saliendo de la habitación para dirigirme al mio, tomar una ducha, cambiarme y buscar a Taima. Pero cuando abro la puerta de nuestro cuarto al instante quiero cerrarla.

Taima está sentada en la cama con las sabanas sujetadas en su puño sobre su pecho, despeinada, con el maquillaje corrido y los ojos rojos mirando a la nada. Cuando me ve en el umbral de la puerta se rasca la cabeza y hace una mueca de dolor.

-Recuérdame no volver a tomar nunca más. -Dice con la voz ronca.

La miro sin saber como actuar. -Ah... Taima. -Doy pasos dudosos porque no se si entrar o quedarme en la entrada. -Taima... ¿Qué paso?

-Me emborrache. Eso paso. -Dice y intenta masajearse la cabeza con una mano.

Le hago una seña con el dedo para que voltee. Ella lo hace.

-Ah. -Me mira y me da una sonrisa como el gato de Cheshire. -y me acosté con Esteban. -Baja la cabeza y hace una pequeña risita.

Dios, está no es Taima. Donde está mi amiga y que hicieron con ella.

-Ok... y... ¿Estas bien? -Pregunto con cuidado. Esteban se remueve en la cama.

Nuestra visión en torno a él. -Si, solo que odio este dolor de cabeza. ¿Dónde pasaste la noche? -Pregunta agarrándome en frío.

No puedo decirle lo de Holder, haría muchas preguntas y no podría explicar cómo llegamos a eso.

-Abajo. Termine cansada y me dormir en el lobby. -Rezo para que se lo trague.

-Lo siento. -Dice con pesar. -Te deje afuera por mis impulsos calenturientos. – Me río ante eso.

-Esta bien, no fue tan grave. -Digo para quitarle peso. -¿Supongo que ya todo está bien entre ustedes? -Esteban se voltea tapándose la cabeza con la almohada. Ajeno a nuestra charla.

Taima lo vuelve a mirar. -Eso espero. No recuerdo mucho, pero sé que todo lo que dije fue verdad.

Sonrió al recordar las cosas que Taima le dijo a Esteban. -Te fuiste de avance.

INEFABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora