En una noche estrellada en un reino del norte, una joven pareja prometida de kitsunes se hacían una promesa de amor bajo la luz de la luna, ya que él tuvo que partir mañana al amanecer hacia una guerra que fue declarada por el reino vecino del oeste.
— Es triste despedirnos cuando nos queremos tanto, pero la protección de nuestro reino también es importante...
— Te entiendo y estoy orgullosa de ti, amor mío, ya sabes que te estaré esperando siempre, para toda la eternidad, porque mi amor es tuyo. Siempre. —Una lágrima se deslizaba por la mejilla de la joven kitsune.
El dedo de él restregó, con un movimiento suave, la lágrima que se deslizaba por la blanca piel de la joven prometida. A continuación, él la miró con amor—: El mío también es tuyo. Te quiero y te quería pedir mi último deseo...
—¿Sí?
—...me dejarías saborear por última vez el elixir de tus dulces labios, como en la primera vez que te los besé.
—Estos labios son tuyos desde aquel momento —dijo la joven kitsune con una sonrisa cálida en los labios, mientras ambas miradas se habían conectado y el mágico momento había comenzado. Sus bocas se acercaban y, al cabo de un segundo después, lo sellaron con un delicioso y tierno beso.
Esa despedida para el joven kitsune tuvo dos sensaciones opuestas al mismo tiempo. La primera es amarga porque se despedía de su prometida. Eso le partía en mil pedazos; pero, la segunda emoción,-que es la que gana en el corazón del joven-, es placentera ya que ese beso es la prueba de que su amor es verdadero y eterno.
Fin
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Relatos cortos
AlteleUna serie de colección de historias cortas en donde predominará el amor, la tragedia, el terror... Puede haber varias perspectivas de vista La imagen de la portada no es mía. Crédito a su autor, pero casi todos los personajes y las tramas de estas h...
