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Baltimore, finales de junio

Actualidad

Mel

Tan pronto como terminé la conferencia mi secretaria me indicó que tenía un mensaje pendiente de Justin. Por un momento pensé que mi mejor amigo me echaría la bronca porque desde el día de su cumpleaños no habíamos tenido ocasión de contacto. Pero quería terminar lo más rápido posible con la jornada y, había quedado en recoger a Grace de un restaurante donde estaba almorzando con unas amigas.

—¿Qué coño pasa contigo macho? Hace días que te escabulles.

Pasé la mano por mi pelo algo inseguro, por fortuna Justin no podía verme.

—He estado muy liado estos días con el trabajo, ¿Grace no te ha dicho?

—Claro, pero tenía que contarte algo. Que no bebas no te exime de invitar a algún amigo de vez en cuando a una copa.

—¿Y, qué es eso tan importante que me tienes que contar y que te tiene tan alterado?

Me había puesto nervioso, temía que se hubiera enterado por alguien que había estado acechando en un aparcamiento a otra chica que no era su hermana. Había rehuido de Liv Palmer como un cobarde durante la fiesta de cumpleaños de Justin.

—Se trata de Lori.

Arqueé una ceja pero no dije nada, Justin conocía a una mujer distinta cada semana. No era nada nuevo, pero la verdad es que llevaba unas semanas encaprichado con la misma. Me quedé quieto mientras pensaba en cómo diablos haría a partir de ahora. Tenía constancia que Lori compartía el apartamento con mi ex novia, me avergonzaba haberlo averiguado en el buzón de la entrada de su apartamento, y mis sospechas fueron corroboradas el día de la fiesta del cumpleaños de Justin.

—¿Es... cómo la ultima vez? —interrogué implacable.

—Eso es un golpe bajo.

—Lo siento —me disculpé—. Soy un bruto a veces.

—¿Solo a veces? No sé si tienes corazón.

—Pregúntale a tu hermana, según ella soy el tipo más sensible del mundo.

—Ya, Grace y sus conjeturas, no me fiaría de que hubiera hecho esa apreciación fríamente con la cabeza, sino con otra parte de su cuerpo. No, no lo comprendes, Lori es distinta. Ninguno de los dos hemos sido monjes, sé que he tenido muchas mujeres en este último año, al igual que tú en el pasado, pero del mismo modo que te pasó a ti con Grace, y la encontraste, tengo un gran presentimiento con Lori.

Asentí en silencio. "¿Qué le podía decir?"

Justin prometió mantenerme al corriente, mientras yo conducía en dirección del lugar de encuentro con mi novia pensando en cómo iba a salir del atolladero, Grace no se merecía que la mintiera y además, con toda probabilidad y a la vista de los últimos acontecimientos volvería a coincidir con Lily en el futuro lo quisiera o no.

Llegué a nuestro lugar de la cita con la urgencia de contarle lo que había ocurrido, de que ella me comprendiera y me dejara contar lo que últimamente me agobiaba. No sabía cómo iba a reaccionar mi novia cuando supiera que Lily era ella. Por supuesto le había contado muy por encima de una relación pasada en la que había sufrido mucho, aunque nunca entré en demasiados detalles sobre lo sucedido.

Grace me esperaba ya, siempre bella y elegante. Una versión sexy y femenina de cómo era una mujer joven y actual. Rubia, alta e impecable vestida, ese día llevaba un conjunto que le había visto en alguna ocasión y que le favorecía tremendamente por su bronceado. Aparqué el auto y le regalé una sonrisa ladeada cuando llegué a su lado, ella me hizo un gesto rápido con la mano y me besó levemente para no quitarse el maquillaje.

Tal como éramosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora