Epílogo

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Me duele la cabeza... Me duele el cuerpo... Me duele el corazón.
Me senté en la cama y me quedé viendo un zapato, como si eso me fuera a revelar la verdad del universo.

Podría haberme quedado así durante toda la mañana pero un correo en mi laptop hizo que reaccionara. La tome de mi escritorio y aún medio dormida leí el mensaje.

Querida Savannah Ficher.

Buenos días, a la espera de sus documentos me tome la libertad de apartarle un lugar en el autobús 138 que la traerá hasta el internado, si viaje esta programado para las 14:00 hrs.

Atte. Madame McCartney, directora del Internado Margarita.

¿Dos de la tarde?

Rápidamente me fijé en la hora, ¡Diez cincuenta! Carajo, me cambié como pude y salí corriendo por el pasillo, pero iba tan apurada que tropecé con alguien, no tuve tiempo de fijarme en quien era y solo grité una disculpa rápida, baje las escaleras de dos en dos y corrí hasta la oficina del director.

Ni me detuve a responder el amable saludo de Samantha, la recepcionista.
Entre bruscamente en la oficina, el director dio un salto en su silla y, al ver que solo era yo, pareció más relajado. Quizá estaba esperando a alguien más.

—Director... yo... necesito... una...– me estaba costando respirar y no podía decir lo que quería de una forma fluida. El director al ver mi estado físico abrió uno de los cajones de su escritorio y me tendió un inhalador, el cual no dude en aceptar.- gracias.

Una vez más calmada y sin estar a un pelo de un ataque de asma iba a comentarle al director acerca de la carta para mi transferencia, sin embargo se me adelantó y fue él quien habló primero.

—Estas aquí por la carta de transferencia ¿Cierto?- asenti con la cabeza cuestionando como el director se había enterado.– Madame McCartney  me ha mandado un correo hace algunas horas pidiendola. No sabía que ya habías conseguido otra universidad.

—Lo cierto es que fue muy repentino, antes de la fiesta de anoche ya había contactado con la directora.– comencé diciendo mientras tomaba asiento en una de las sillas que había delante del escritorio.– sin embargo, anoche hablé con ella y, además de aceptarme, me dio la opcion de mudarme inmediatamente, y por cuestiones personales acepté.

No le planeaba decir que su hijo me había llamado puta y zorra además de romper mi corazón y probablemente no soportaría tener que verlo por el resto del semestre y que fue el detonante de tomar esta precipitada decisión.

—¿Mi hijo tiene algo que ver en tu decisión?– estoy segura que si hubiera estado tomando cualquier cosa lo hubiera escupido.

—¿S-su hijo?.– no es posible que se haya enterado de nuestra discusión.– No no, el no tiene nada que ver con esto.

—¿Estas 100% segura? Porque puedo asegurar que anoche discutieron.

No se si seguir mintiendo o aceptar que Fox posiblemente influyó en mi desicion de dejar el internado tan rápido en ligar de esperar a que terminara el semestre.

—Esta bien, lo acepto, quizá influyó un poco, pero solo un poco, el que discutieramos anoche, pero finalmente quien eligió marcharse por la mañana fui yo. Así que le pido por favor que no divulgue ese detalle.

—Claro, no tienes nada de que preocuparte.– metió la carta en un sobre y lo estiró hacia mi.– buen viaje Savannah.

—Muchas gracias por todo director Wood.– estrechamos las manos y me retire de su oficina.

Internado Jamón |S.I #1| COMPLETA Where stories live. Discover now