Internado Jamón |S.I #1| COMPLETA

01. Sorpresa sorpresa

Sorpresa, puede significar muchas cosas esa simple palabrita, puede significar una fiesta, un perro, un unicornio talvez, o un simple regalo, pero para mí no es nada positivo, sino al contrario, es algo negativo, destrucción de vidas, sustos, malas noticias y mil cosas más.

—Savannah, Saaid, ¿pueden bajar un momento?– nos llamó mi padre a mi hermano y a mi desde la planta baja de la casa.– tenemos que darles una gran sorpresa.

Sorpresa, la única palabra que odiaba en el mundo entero. Si mis padres usaban esa expresión no podía significar algo bueno para nosotros. La última vez que la usaron nos dieron con la chancla por reclamar nuestro "regalo" pensando que sería algo bueno, pero no lo fue.

Salí de mi habitación a regañadientes, esa maldita palabra me iba a traer problemas. Me encontré con Saaid en las escaleras, lo miré a los ojos y note que estaba igual de fastidiado que yo, con un poco de miedo.

Nos dimos apoyo mutuo sin decir una sola palabra, creo que era una de las ventajas de ser mellizos, nos podíamos decir cientos de cosas con una sola mirada, con una sola mirada sabíamos nuestro estado de ánimo, entre otras cualidades.

Por fin bajamos y nos sentamos en la sala, en espera de lo que nos llegarán a decir nuestros padres. Layla y Patrick Ficher, dueños de una gran línea de hoteles en todo Canadá, usualmente nunca están en casa ya que, por su trabajo, tienen que estar viajando constantemente por todo el país, supervisando los hoteles.

Siempre vestían muy elegantes, con todo y chaquetas de punto. Absolutamente toda su ropa era de marca, al igual que la de Daysi, nuestra hermana mayor. Al contrario de nosotros que preferíamos las cosas más simples.

Nuestros padres se sentaron en frente de nosotros, nunca perdiendo la compostura. Nadie hablaba, solamente se nos quedaban viendo fijamente, a mi lado veía como estaba sudando Saaid, parecía un puerquito. A todo esto, ¿los puercos sudan?

—Saaid, Savannah, hemos estado discutiendo su padre y yo de que ya tienen edad suficiente como para valerse por sí mismos.– explicó mi madre, ni sé si era mi imaginación pero la notaba un poco emocionada con todo esto.

—¿Nos van a dejar irnos de la casa?– cuestionó Saaid, se le veía muy emocionado por la idea de vivir solo, incluso se podía ver un destello de felicidad en sus ojos color caca.

—Pueden tomarlo de esa forma, pero el punto es que necesitan ser más responsables, necesitan  tomarse las cosas enserio, no pueden andar haciendo bromas y estar jugueteando todo el tiempo, tienen que madurar.– atribuyó mi padre.

—Entonces ¿qué significa eso? Específicamente.– no estaba muy segura de por dónde iba está conversación, sólo sé que no iba a estar de acuerdo, en lo absoluto.

Mis padres se miraron mutuamente, así como discutiendo quien iba a ser el que nos dijera la noticia, o como ellos la llamaron "sorpresa".

—Eso significa que tuve que estar moviendo unos cuantos contactos para que los dejaran entrar en la escuela más prestigiada del país.– cada vez que hablaba movía mucho las manos, como si no supiera como expresarse.

—No fue difícil que dejarán entrar a Saaid dado su intelecto, pero Savannah... tú fuiste otro caso.– papá ni siquiera nos estaba mirando, veía al techo, la ventana, a cualquier puto lado menos a nosotros.– puesto que tus notas no son tan altas como las de tu hermano y, además de que eres una chica, pues nos resultó más difícil de lo que creíamos, pero al final pudimos conseguir que entraras.

—Espera espera, para tu carro, ¿Qué tiene que ver con que sea una chica en todo esto? ¿Y qué significa que mis notas no son tan altas como las de él?– me sentía confundida e indignada por lo que estaban diciendo de mí.