An ache in your soul...(is everybody's goal)

Start from the beginning
                                        

Nico. Ah. Mierda. Te juro que lo estaba intentando conchesumare. —Se separa un poco, lo suficiente como para hablar. No lo suficiente como para respirar aire diferente.— Estaba a punto de irme a la chucha cuando me llamaste. A punto.

El Nico lo mira, enojado repentinamente.

—¿Intentando qué weon? ¿No venir nunca más? ¿No hablarme?

—Estaba intentando arreglar esta cagá, aweonao.

—¿Arreglar qué po?? ¿Como? ¿No viendonos en semanas? — Siente como el enojo va creciendo dentro de el, expandiendose, llenandolo porque mierda, Jaime culiao.

—¡No! Solo... solo estar de lejitos, un tiempo. Hasta que no sintiera la necesidad de... de esto —Lo acerca más, el Nico suspira porque estar presionado entre algo y el Jaime es en lo unico que habia podido pensar esas semanas. — cuando te viera.

—¿Por qué?

— Puta la wea, porque somo' amigos po gil culiao.

—¿Y?

— Los amigos no se comen po weon, lo amigos no se hacen pajas.

El Nico esconde el borde de su sonrisa en el cuello del Jaime, cierra los ojos. Eso era exactamente lo que queria escuchar.

—Teni razon, los amigos no hacen eso...

—¡Vei! — el Jaime estaba empezando a entrar en una especie de ataque de panico. —Est-

—Los amigos no hacen eso pero, los amigos con ventaja si. 

— Que wea estai hablando Nico wn...

El Nico saca la cara de su cuello, le mira. Sus ojos son enormes y grandes y calidos como dos tazas de café.

—Que si somo amigos con ventaja, podimo' hacer...— le besa. El Jaime gime, lo presiona más contra la puerta, frunciendo el ceño. —...esto. ¿Cachai?

Puta Nico... — Suena un poquito desesperado, otra vez. El Nico mete sus manos bajo la ropa humeda, toca la piel fria, empuja con sus caderas contra el otro, provocando que sus erecciones se rocen. Es hasta vergonzoso lo rapido que se han puesto duros. Es como tener quince de nuevo. Camina empujandolo hasta que el Jaime queda sentado sobre la cama, el Nico lo besa con los ojos abiertos, necesita mirarlo, le duele el pecho pero es una especie se dolor dulce. Siente que se trago una nube, algo esponjoso y dulzon, que no le deja respirar correctamente.

 

Le saca la polera, aprovechando que el Jaime parece haber dejado de pensar. Le desabrocha los pantalones con torpeza, rapidamente, escucha el sonido de la hebilla y los saca de un tiron, con todo y boxers. Escucha el pesado sonido de la tela humeda cayendo al piso.

Nico.—Le escucha jadear su nombre y siente como su estomago se abre un hueco profundo, que le hace dejar de respirar. Deja que el Jaime le saque la polera mientras que el Nico se arrodilla frente a él, mirandolo fijo, tomando su erección con las manos humedas, la piel caliente.

—Nico... ¿vai a..Ah!..

—Shh, que esta mi vieja.

Entonces se inclina sobre él. El sabor es extraño, salado y amargo y caliente. La piel es suave bajo su lengua, respira por la nariz mientras lame la punta lentamente. El Jaime le mira suplicante, le toma el cabello. —Nico. — levanta las caderas, empujandose contra su boca, pero el Nico lo impide con una sonrisa.

—¿Como se dice a ver? —lo ve entrecerrar los ojos, enojado y caliente y Dios. Baja una mano y la mete bajo la tela de sus propios boxers, se toca a si mismo porque ya no puede soportarlo.

—Por favor. —Entre dientes. Ah, la venganza no es dulce. Es salada y caliente y te deja viendo blanco.

El Nico hace lo mejor que puede, sube y baja la cabeza sobre el miembro del Jaime, succiona y aprieta con sus labios. Trata de recordar lo que le gusta a él y, ah, esto es facil. Si eres un hombre, sabes lo que le gusta a otro. Se pone en cuclillas mientras repasa con su lengua el glande del otro, abre las piernas y se masturba rudamente, duro, asegurandose de que el Jaime lo vea.

Este gime bajito, tratando de estar lo mas callado posible. Tiene los labios rojos de tanto morderselos. Tira de su cabello hasta que el Nico deja su tarea, respirando agitados, se inclina hasta que lo besa y su lengua le hace cosas que le aprietan el pecho. Lo abraza hasta que el Nico se sienta sobre él y siente como el Jaime toma su ereccion y los masturba juntos. El Jaime le muerde los labios, los hombros, el cuello. Remarca lo que ya se habia borrado, le raspa la piel con la barba, lo presiona tan fuerte. Caen a la cama mientras se corren, tragandose los gemidos de el otro, silenciandose con besos humedos.

La madrugada les cae encima. El sonido de sus respiraciones es lo unico que se escucha. El Nico se quita de encima del Jaime, despues de un rato de respirarse mutuamente. El frio ha empezado a ganar territorio en la habitación. Se sube los boxers mientras se para.

—¿A donde vai?

—A buscar algo pa que te pongai po, te vai a resfriar. —dice -susurra- como si fuera obvio, mientras abre un cajon de la comoda. Le tira unos boxers y una polera grande, que él usa para dormir. Se mete bajo las tapas mientras lo ve vestirse lentamente, con movimientos languidos, cansados. Recien ahora se fija en sus ojeras.

—¿Jaime?

—¿Que wea?

—Ven.

El Jaime lo mira por un segundo bastante largo, hasta que sede y se acuesta a su lado, muy cerca. El Nico pasa un brazo sobre él, entierra la cara en su cuello, la barba le hace cosquillas en la frente. El pecho le sigue doliendo, apretado. Esta seguro que el Jaime puede sentir su corazón latiendo rapido.

Pasa un brazo por debajo del Nico, y lo presiona contra él.

—Yo tampoco habia podio dormir bien sin ti.

—Callate, weon fleto. —Pero el Nico puede sentir como sonrie, incluso sin verlo. Siempre puede.

.

.

.
continuara.

Touch. Jaime/Nico Goth jaidefinichonWhere stories live. Discover now