(runnig in circle.)
La noche es fría, y el Nico camina con pasos cortos pero rápidos, fuma un cigarro con los dedos tiritando y le ofrece al Edgar, que va a su lado.
-Ultimamente estay raro Nico. -dice despues de botar el humo del cigarrillo que le acaban de ofrecer.
-¿Yo? Pero si estoy igual que siempre.- Su tono suena perfectamente normal, no tiembla, no duda. Es la misma que usai para decir "no mamá si yo no tomo." cuando has llegado a tener mas alcohol que sangre en las venas.
-Eso me dicen todos, cuando pregunto por ti. -la voz de abuelito del Edgar se vuelve seria- pero yo sé que no wom. Tu... estay como triste, como apagado pero nadie se da cuenta. A veces pienso que es por el Jaime, pero él se ve bien weon -su mirada se desvía a los cuatro weones que van caminando enfrente, entre los cuales esta el Jaime, que sonrie y empuja al bestia y este lo empuja de vuelta, el pechos se ríe, el Yelo se tapa la cara, negando, pero el borde de una sonrisa se puede ver entre los dedos delgadisimos. Es una bonita escena. El Edgar continúa. -... y los problemas son de dos, ¿o no?
-Estoy bien Edgar...-quiere sonar firme pero cuando lo enfrentan así se pone nervioso, más si es el Egdar. O tal vez es porque quiere seguir sosteniendose la mentira a si mismo. No lo sabe. Las estrellas no brillan y la noche es oscura, tan oscura. El Nico quiere desaparecer a veces, en la oscuridad. A veces solo lo quiere para saber si el Jaime lo buscaria.
-Nico... ¿tu lo queri cierto?
No sabe por qué, tal vez porque es el Edgar, o tal vez porque está tan cansado de mentir (o de omitir, que no es lo mismo, pero daña lo mismo) o tal vez porque lo siente tan natural que le dan ganas de pegarse en la cara con la palma de la mano cuando se escucha a si mismo decir
-Si.
con tanta naturalidad, tan espontáneo que no puede detenerlo.
-Pero Edgar -empieza con voz atropellada, susurrando- no puedo quererlo... asi. ¿Cachai? El Jaime... Él nunca me va a querer asi, o nunca lo va a aceptar, no sé, estoy terrible chato de preguntarmelo, estoy como weon todo el día pensando si me quiere o no me quiere o me quiere como amigo o simplemente nunca lo voy a saber, porque nunca va a decirmelo. -Respira hondo. No pudo parar todo el torrente de palabras que salieron de su boca, ni siquiera para respirar. Necesitaba tanto desahogarse pero ahora que lo ha dicho en voz alta duele peor. Porque decirlo en voz alta lo vuelve real.
El Edgar lo mira sin saber que decirle. Esta entre enojado con el Jaime, pero entendiendolo también, porque el Nico no ha dicho que el Jaime lo ilusionó o algo asi. Seguramente le dijo las cosas como eran, siempre. Y que el Nico se pase rollos no es su culpa. Pero mierda, se siente mal por el Nico.
-Ya amigo... no se me sienta mal. -dice, porque no sabe que más decir. No puede prometerle nada, no ha hablado con el Jaime. Decirle que todo estara bien se siente como mentir asique lo unico que hace es pasarle un brazo por sobre los hombros, hasta que los demas empiezan a molestar porque van tan atras y tan abrazaditos y el Yelo le clava los ojos encima como dos agujas que queman. Mira al Jaime por un segundo pero se esta riendo como los demas, no hay celos ahí. No hay nada.
Tal vez deberia pensar mejor antes de actuar.
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La disco es ruidosa. El Nico baila con una mina y con otra, sonriente. Se mueve bien, como si fuera parte de la musica, su cabello se mueve y le cae sobre la frente sudorosa. El Jaime lo ve y se rie, junto al pechos y al panes y a dos minas que estan sentadas con ellos. Y el Edgar lo mira a él. Se ve perfectamente normal pero sus ojos no paran de seguir al Nico. Son pequeños destellos que se roba de la pista de baile, casi imperceptibles, pero el Edgar ha estado observando toda la noche. El Yelo llega a su lado.
-Deja de mirar al Nico. -dice tendiendole un vaso de algo rosado y espumoso.
-¿Ah? pero si yo no estoy mirando nadans. -replica con voz inocente. El Yelo lo mira como si quisiera meterle el vaso por la garganta.
-Ya. - y se da media vuelta, pero el Edgar lo pesca del brazo, y hace que vuelva a darle la cara de un tirón. (Casi vota el trago asique lo deja en la barra.)
- Ya si lo estoy mirando, pero no es lo que pensai. - No sabe porque siente la intensa necesidad de explicarse.
-¿Y que pienso?- pregunta levantando una ceja, su voz afilada aún con el ruido de la música sobre ella.
-Puras weas po...-piensa en el Jaime, vigilando al Nico desde la mesa, desde lejos, incapaz de pararse y alejar a esa pendeja del Nico, incapaz de aceptar nada, reprimiendo todo.- ven, vamo a bailar mejors.
Decide que no quiere ser como él.
-P-pero tu trago...-dice el Yelo, momentáneamente desconcertado. Tartamudea y la máscara de enojo desaparece para dejar al chico delgado, de rasgos finos, con una ilusión de fragilidad encima que lo cubre como una manta, sus ojos enormes y brillantes.
-Nimporta. - el Edgar hace un gesto con la mano, para descartarlo, se acerca y envuelve sus dedos al rededor de su muñeca, para llevarlo al centro de la pista, donde se funden en la gente, en la musica, en el aire cargado de sudor, de energia. El edgar lo acerca, y perfume de su cuello huele bien, tan bien. El Yelo siente que sus piernas flaquean, pero se siente con valor. Él no es el que ha dado el primer paso, asique lo rodea con sus brazos. Dios. La sensación es abrumadora. Su cuerpo caliente contra el de él, es la primera vez que lo siente tan cerca estando sobrio y despierto. El Edgar es tan grande, está tan envuelto en él.
-Edgar...-esta nervioso. Pero no puede callarse. Las luces bailan sobre ellos, y cuando lo ve a los ojos ve todos los colores del mundo ahí atrapados en un efecto caleidoscopico. Vale, que quiere comerse su corazón. El Yelo es un ser egoista, pequeño, de voz suave y pasos cansados y... quiere al Edgar. Eso es lo que hay que saber.
-Mmm...- siente al otro casi suspirar en su oído, mientras lo acerca más, moviendose a un ritmo suave, calmado. Mueve sus dedos sobre su espalda. No...no.
Mueve sus dedos sobre su espalda.
Asi. Con énfasis. Porque lo ha querido durante tanto tiempo y ahora...
-N-nada solo...-entonces gira la cabeza y sus labios estan cerquisimo pero no se tocan, aunque se respiran. Y con el aliento parece que se le escapa el alma. Es una sensación tan intensa que se duele el pecho y se siente como una tormenta electrica.
Entonces el Edgar lo besa.
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-Chuuu... - dice el Bestia, mirando fijamente la pista de baile con los ojos demaciado abiertos para que paresca normal. El Pechos lo sigue y el Jaime no entiende hasta que los ve. Al Edgar. Y al Yelo. Dandose un beso de esos que te hacen pensar en sexo y en mordiscos bajo la ropa.
-Bestia weon o estaban muy wenos tus pitos o el Edgar se esta comiendo al Yelo.
-No weon, yo también lo veo.
-¿No son sus amigos?- pregunta una de las minas, la más lenta. La otra la mira con cara de "puta ques weona mi amiga." pero el Jaime esta muy impactado como para que le moleste.
-Si...- dice el Pechos.
-Por fin weon. - Dice el Bestia, saliendo del letargo de pronto. Y largandose a reir tan fuerte que varias personas se voltean a mirarlo, le sigue el Pechos y pronto estan los dos sosteniendose la guata y secandose las lagrimas de tanto reir. Las niñas no entienden pero se rien de igual forma, es una escena surrealista. Hasta el Nico los mira riendo desde la pista.
El Jaime no dice ni pio.
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continuara
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nota. pensaron que solo les dejaria el cap anterior? no soy tan mala. solo necesitaba separar.
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Touch. Jaime/Nico Goth jaidefinichon
FanfictionLa habitacion se llena del vaho salado y calido del casi-sexo entre mejores amigos.
