Touch. Jaime/Nico Goth jaidefinichon

Garras de gatos(as)

Fue todo de lo más dramático, la verdad.

¿Por qué el Jaime no podía simplemente quererlo de vez en cuando? 

El Nico yace laxo sobre su cama y gira, fluye como si no tuviera huesos, mira el celular, estira sus dedos para sentir la mordida amable del sushi y los pequeños puntos ardientes que deja con sus garras sobre la piel de su mano. Vuelve a mirar su celular. Ultima conexión ayer a las 3:47. Las pequeñas letras brillaban en la pantalla casi burlandose. Y el Nico sentia que se repetía el ciclo, el Jaime no le hablaba más que para grabar. Y como que ya se sabe esta historia. La verdad es que se le antoja morirse un poquito, y golpearle mucho. Por aweonao. Mierda, con la cagá de excusa que le dio pa patearlo, se le antoja hacer un poco más que golpearle. Lo odia. Esa parte de él que siempre defenderá al Jaime haga lo que haga porque esta algo así como enfermo, le dice que debería hablarle. Porque también fue hiriente, o algo así. Porque la verdad ni sabia bien si ese enredo de indirectas y palabras a medio hacer podía ser considerado como hiriente.

Pero no va a hacerlo, no va a hablarle.

Decide dejar de parecer quinceañera y se dirije a la ducha para arreglarse e ir a ese carrete del que le habla el amigo del bestia. "Va a haber minas y copete." Recuerda la voz grave, los ojos caidos. Es gracioso como no le importa nada de eso, solo quiere salir de casa.

La noche no tiene luna y el viento corre cortante, frio. Los dedos se le congelan y se pregunta como será caminar de la mano con él. La verdad es que tiene un peso en el pecho desde que peliaron y no puede deshacerse de él. La calle está vacia y decide caminar ya que el carrete está cerca, mira la sombra de las casas y las rejas puntiagudas, las estrellas que ni se ven por tanta contaminación, el viento silva.

Llega al lugar y la puerta está abierta, huele a marihuana y cigarrillo, la casa está oscura y alumbran solo las luces de colores de un parlante enorme, el rap es monotono y deprimente, se le incrusta en el cerebro mientras intenta distinguir a alguien conocido entre ese revoltijo de gente y humo. Distingue al Bestia sentado en una esquina rodeado de personas que le escuchan y se rien, es un alivio. Se sienta cerca

-Hola bestia, hola cabros. -dice, no conoce a nadie ahí. Un tipo le hace un acentimiento de cabeza como saludo y le ofrece un vaso con vodka, y el Nico lo coje. Escucha la conversación mientras se emborracha y... una mina que lo mira como miran los gatos, lo saca a bailar.

La besa, sin sentirse culpable. Está enojado. La besa y lo que siente es enojo y el toque dulce de su labial de cereza. Es casi tan alta como él, sus dedos encajan en su cintura pequeña y se le resfriega como un gato.

-¿Como te llamai?- le pregunta sobre la oreja.

-Nico. ¿Y tú?

-Natalia.

Su aliento huele a cigarro y alcohol. Dulce.

-Hay un weon que nos está mirando hace rato.- habla aún más cerca. Inclinando la cabeza hasta que le roza la comisura de los labios.-¿Será que le gusto?

Se le notan los siete vasos que se ha tomado de vodka cuando dice eso.

-En vola. ¿Dónde está?

El Nico siente el alcohol que él mismo ha ingerido, su cuerpo esta pesado, sus pensamientos espesos, tiene que agarrarse fuerte a Natalia para no caerse, cuando ella los mueve a ambos para que pueda ver a aquel tipo que los mira con cara de odio. Tal vez es tambien por eso que el Nico tarda un poco en reconocerlo. Ahí, sentado al lado del Bestia y el Iván, mirandolo como si quisiera incinerarlo con la vista.

Se queda tiezo por un segundo, y Natalia se da cuenta, lo mira con unos ojos enormes y cara de confusión.

-¿Que onda? ¿Lo conocí'?

-S-si. Perdón.- Vuelve a moverse al ritmo de la música.

-¿Por qué nos mira así?

-Porque es un sacowea.

-Tshuuu, ¿Asi que el odio es mutuo?- Se rié quedito, como para adentro. Y el Nico suspira.

-Es un poco más complicado que eso.

-¿Complicado cómo?

-Te vay a enojar si te cuento.

-No creo.

-Si weon, creo que mejor me voy...- La suelta con el sentimiento de que la cagó dandole un beso antes. Pero ella lo toma de la muñeca y lo mira a los ojos, claros, como si se le hubiera pasado el efecto del vodka.

-No, en serio. Ven. Y cuentame, quiero escucharte.

En ese momento se siente tan bien oir eso. "Quiero escucharte." Le dice, como un balsamo. Quizas ella puede lamerle las heridas. Lo arrastra hacia atrás, parece que conoce bien la casa. Salen por un ventanal en una sala trasera, hacia un patio lleno de pasto y plantas en macetas. El viento le pega en la cara y en la ocuridad puede ver como ella se sienta en el pasto y lo mira

-Oye weon en seri-

-Veen.

Lo corta y golpea el lugar a su lado para que se siente. El patio está casi completamente oscuro, la luz proveniente de las otras casas deja algunos parches de luz caer por aqui y por allá. El Nico siente un nudo extraño en la garganta.

-Es mi mejor amigo. -Dice pesadamente mientras se sienta, sin mirarla.

-Ahh, ¿Y están enojados?- pone su mano calida sobre la del Nico, su voz es dulce como la miel.

-Algo así. - no sabe como decirlo, los nervios se le enrollan en el estomago densamente, apretando su estomago, haciendolo sudar frio. Pero finalmente lo suelta. -Tuvimos sexo.

Frio, claro y brutal.

Ella quita su mano de la suya y su cara cae como si hubiera visto un fantasma.

-Chucha...- dice y se toma la cara con la mano izquierda. No lo mira. -Y yo... perdón.

-No no, disculpame tu, no deberia haberte dado un beso.

-Si... no deberiai haberlo hecho.

Están en silencio unos minutos que parecen años, con el viento soplando fuerte como si quisiera pagar la falta de ruido. La musica dentro de la casa a penas se escucha.

-Y... ¿Entonces él te gusta?

Termina por decir ella. El Nico esta sorprendido de que quiera seguir con la conversación, él estaba esperando que saliera de ahí y lo dejara solo con su miseria. Toma un largo trago de la botella de alcohol que hay entre ellos antes de responder.

-Si.- sale de su boca secamente. Antes, hace un par de semanas, lo hubiera negado rotundamente. Pero en este punto ya no puede. Lo dice abiertamente y es un alivio, y a la vez un peso en el pecho que le dice que da igual que pueda admitirlo si al Jaime no le importa.

-Y si tuvieron sexo, es porque tu tambien le gustai a él, ¿O no?

-... Si... No, no sé. No sé weon, tuvimos un montón de sexo y esa wea era bkn pero a la hora de decirnos las weas... Nos ibamos a la mierda. Y entonces él "terminó" conmigo, entre comillas porque, en principio, no teniamos nada.

-Osea, se gustan pero él terminó contigo. Okay. Yo creo que si termino contigo entonces no le gustabai tanto po.

Sus palabras duelen pero son bastante ciertas.

-¿Seguro que no preferis las mujeres, Nico? - Lo dice con ese tono insinuante que el Nico conoce bien y vuelve a poner sus manos sobre él. -Es la casa de mi primo.- Sigue diciendo mientras se acerca. Toma sus manos y las lleva a sus pechos, lo mira fijamente. -Podimos ir a su pieza. - Susurra mientras lo besa superficialmente.

Ella esta ahí calida y dulce ofreciendo sexo facil. Sexo que es mejor que su mano, la verdad. Sexo que lo hace pensar que no esta tan solo.

-Si, vamos. -dice el Nico, con el ultimo trago de la botella en el cuerpo y el de cordura tambien.

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continue.

nota. Soy mala xdxDxd