Gleestory 15: Valerie

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Soy un tonto. Sí, está certificado.

No fue mi culpa.

Valerie es el tipo de chica manipuladora que siempre consigue lo que quiere por su increíble apariencia física.

Y no lo puedo negar.

Todos caen a sus pies por voluntad propia, ella solo se encarga de que esas personas, mayormente chicos, permanezcan como sus esclavos. Aún cuando ella ya no vale la pena, yo sigo aquí.

Y lo más irónico es que no sé porqué.

Soy un mentiroso, claro que lo sé, pero cada vez que lo admito recuerdo lo vulnerable que fui, lo vulnerable que soy.

La amo.

Y haría todo por ella, aunque ella no mueva un dedo por mí.

Pero qué se le va a hacer, así es la vida. Hay personas enamoradas de otras que son prácticamente inalcanzables, y hay personas que tienen cientos de pretendientes, como juguetes con los cuales divertirse.

Pero hasta el mejor jugador se queda sin nada.

Y cuando Valerie se involucró con las personas equivocadas, yo no la podía ayudar. Quería, pero no podía. Ella solita se metió en problemas, y ella solita los tenía que resolver.

La cuestión era que ninguno de los dos queríamos que ella los resolviera sola.

Y como el caballero con armadura oxidada que soy, hice lo que estaba en mis manos. Pero no sirvió de mucho. Tomaron la delantera, la acusaron de tráfico de drogas internacionalmente, por ser un blanco fácil, y actualmente se encuentra condenada.

Es gracioso como una chica que no considerabas como un blanco fácil, y que nunca pensaste que luciría de esa manera, ahora lo haga.

Pero las vueltas que da la vida no siempre son graciosas, ni favorables.

Aún estoy esperando que la vida me dé otra vuelta, para desaparecer y olvidarme de todo este drama.

Todo esto me pasa por pendejo, ¿quién me manda a enamorarme?

Corrijo.

¿Quién me mandó a ir a lago aquél día? Nadie.

Porque es inevitable que no te enamores de Valerie perfección Johnson con solo tres segundos de admirarla. Hasta que te atrapa, y estás tan condenado como ella en estos momentos...

Ni siquiera sé cómo llegué a mi casa, estaba tan sumergido en mis pensamientos que no me percaté de nada.

Pero ahora, de vuelta a la realidad.

Tengo que hacer algo.

Puedo escapar ¿es una opción?

Porque definitivamente no tengo la más mínima motivación como para buscar a un buen abogado. O como ella dijo, una abogada tan buena que hasta el juez quiera llevarla a la cama.

Ella es exigente.

Siempre lo fue.

Recordé entonces cuando iba de compras con ella y me obligaba a entrar a todas las tiendas, a hacerle cumplidos cuando se probaba algo, e incluso pagar por cualquier estupidez. Cargar las docenas de bolsas solo, abrirle la puerta del auto con todas esas cosas sobre mí, acomodarlas, conducir a donde ella quisiera, y hacer todo tipo de niñerías solo para verla sonreír.

Y ni siquiera gracias decía.

No me pregunten cómo me enamoré de ella.

Tal vez fue el sexo, si seguramente.

Suspiré pesadamente, mi cuerpo necesitaba descansar. Había pasado toda la mañana intentando suavizar el severo comportamiento del juez para que le diera a Valerie un segundo juicio del cual no se arrepentiría.

Pero el bastardo no aceptó.

Tendré que enviarle una puta.

Mi auto no funcionaba, el tráfico estaba de lo peor justamente hoy, y el abogado de Valerie había renunciado puesto a que había declarado el caso como perdido.

Y aún así le voy a tener que pagar.

Y por si fuera poco, pasé el resto de la tarde con Valerie salvaje Johnson.

El estrés me consumió hoy, y es hora de tomar vuelo. Sin siquiera cambiarme, cerré los ojos y en menos de lo que me imaginé, ya estaba profundamente dormido.

Soñando con Valerie.

Todo mi mundo gira en torno a ella, y daría cualquier cosa porque no fuera así. Estoy completamente claro en que ella arruinó, arruina y seguirá arridando mi vida. Y que yo no haré nada al respecto, porque soy un imbécil, capaz de dar su corazón y parte de su cuerpo, por una chica amargada, que aparenta ser dulce, cuando en realidad es ácida.

El Proyecto Glee 2 [Concurso]Where stories live. Discover now