Gleestory 7: Marry you

Start from the beginning
                                    

-He dicho que lo quiero. -El hombre asintió y se dio la vuelta yendo a traer nuestro pedido.

-¿Cuándo es qué te has vuelto tan borde? -pregunto Lay enarcando una ceja.

-Lo que causa estar lejos de ti...

-Dime por favor que no has echo ninguna tontería mientras no estaba -ella me miro con ojo crítico haciéndome soltar una carcajada.

-Nop -confirme haciendo estallar la "p"-. He esperado hasta que volvieras para hacer alguna estupidez... Las cosas no son lo mismo sin ti.

-¡Vale, creo que voy a llorar! -bromeo Lay.

Era eso justamente lo que me había enamorado de ella, su naturalidad, la manera en la que sabía encontrar el lado divertido a todo. Ella transmitía felicidad, era como si una capa de alegría rodeara todo su cuerpo y te contagiase todos sus sentimientos.

El barman llego varios minutos después, llevando consigo mi pedido. Bebimos varias copas de vino hasta que sentí como las paredes se movían.

Layla bailaba junto a mi, se reía y me contagiaba su risa, verla feliz me hacia serlo a mi también.

-Creo que es hora de irnos -dije a lo que ella hizo un puchero-. Lay... -demande tratando de poner mi mejor cara de autoridad. Ella suspiro sonoramente para luego asentir cabizbaja.

-Vale -acepto a regañadientes.

Pague la cuenta y le di una buena propina al barman por haber respetado a Layla. La mayoría del tiempo terminaba despidiendo a los trabajadores por mirar de una manera morbosa a Lay. Ella era una mujer y merecía respeto por ello, eso era denigrante.

Me despedí del dueño de la discoteca y de mis amigos para luego salir de aquel local con Lay colgando de mi brazo. Ella se había quitado los tacones de punta de aguja y los llevaba en una de sus manos mientras con la otra se aferraba a mi brazo tratando de no caer. Para mi suerte, yo no estaba tan borracho como ella, por lo que podía mantenerme en pie correctamente.

Mi chofer nos abrió la puerta y entré al coche seguido por Lay, quien se acomodó junto a mi, apoyando su cabeza en mi pecho. Lleve una de mis manos hasta su larga melena rubia y acaricie con mis dedos su sedoso cabello.

Mi mirada escaneo todo su rostro mientras un sentimiento desconocido estrujaba mi pecho. Yo la quería demasiado, era ella quien me había aceptado aún sabiendo mis defectos y además me había apoyado aún sabiendo que lo que hacia estaba mal. Ella había podido entregarme a la justicia y salir ilesa de eso, porque sabía perfectamente que no podría hacerle daño. Pero a pesar de todo eso, no hacia nada. Se mantenía firme, junto a mi.

-Lay -le llame a lo que ella se removió de mi pecho y me miro fijamente.

-¿Si?.

-Te quiero, ¿lo sabes, no?.

-¡Claro que si! ¡Yo también te quiero mucho Jon! -ella me abrazo fuertemente y yo no dudé ni un segundo en corresponder su abrazo. Sabía que ella no me quería de la manera que yo lo hacia, pero no me importaba. Con al menos saber que formaba parte de su corazón, ya era feliz.

-Lay... ¿Recuerdas cuando jugábamos a qué nos casábamos? -pregunte sonriendo mientras recuerdos de mi niñez inundaban mi mente.

-¡Si! -dijo Lay deshaciendose de mi abrazo-. ¡Ay, eras una monada! -largue una carcajada mientras negaba con la cabeza. ¿Cómo era que ella podía hacerme sonreír con tanta facilidad?.

-Tu también eras muy linda... Y lo sigues siendo. -Ella me sonrió enormemente y beso mi mejilla haciendo que un escalofrío me recorriese de pies a cabeza. Yo la quería, ¿por qué ella no lo notaba?.

El Proyecto Glee 2 [Concurso]Where stories live. Discover now