Promise of love || Kookmin

2. Así pasen 50 años

Tres meses desde que había llegado Jimin y aparentemente Taehyung no se despegaba de Jimin ni un sólo segundo.

– ¿Crees que le guste?– Preguntó Yoongi mirando a Tae y Jimin platicando como siempre.

– Si él mismo nos dijera que le gusta Jimin, no me sorprendería en lo absoluto.

– Pero es que es un idiota.– Suspiró.– Nos conocemos desde hace años y jamás ha entendido mis referencias. A este punto voy a terminar gritándole que me gusta.

Jimin y Taehyung se encontraban enfrente de nosotros, pero hablábamos con normalidad, pues sabíamos que ese par estaba muy concentrado en su plática que no prestarían atención a la nuestra.

– Yo digo que te vayas preparando.– Rechisté.– Porque a este paso jamás lo entenderá.

– ¿Y tienes pareja, Jimin?

Pero ese Taehyung sabe lo que quiere, pensé.

– Algo así... Estoy comprometido.

Todos nos quedamos sorprendidos ante su respuesta ¿Jimin comprometido? ¿Con quién?

– ¿Qué edad tienes?– Preguntó Tae con una cara de confusión.

– Diecisiete.

– ¿Y con compromiso? Y yo queriéndome casar a los treinta.– Dijo irónico.

– Lo sé, pero eso no quiere decir que esté por casarme. Estoy comprometido desde que era pequeño.

– ¿En serio?– Se quedó boquiabierto.– ¿Y cuál es su nombre?

– También me gustaría saberlo.– Rió nervioso.

– ¿Es en serio, Jimin? Te casarás con un extraño.

– Pero será un extraño muy especial.– Sonrió.

– ¿Y por qué?

– Porque hicimos una promesa.

– Ash, sus promesas.– Bufó Taehyung.– Me recuerdas a cierta personita...– Volteó a verme y tanto Yoongi como Jimin me miraron, de alguna manera me sentía intimidado.

– ¡¿Qué?! Tener un amor desde pequeño no tiene nada de malo.– Me oculté entre mis brazos colocando mi cara en la mesa avergonzado.

– Y ni sé cómo es que aún sigue esperando, yo ya me hubiera desesperado y a la semana de hacer la promesa dejar arrumbado ese collar.

– Es que yo realmente quiero esperar.– Dijo Jimin.– Sé que valdrá la pena hacerlo.

– Si en algún momento te cansas de esperar a tu príncipe azul... Aquí está otro príncipe.– Guiñó su ojo mirando a Jimin y Yoongi le dio un ligero golpe en su espalda con su libreta. Qué bueno, se lo tenía merecido.

– ¡Oye!– Se quejó y todos reímos.

– Gracias por la propuesta pero...– Al parecer él también tenía un collar, pues tocó su cadena pero el dije no se podía ver, pues éste se encontraba oculto debajo de su camisa.– si ya esperé más de diez años, podré esperar otros diez más y otros... Así pasen cincuenta años.

Mis ojos se abrieron como platos... Esa frase era con la que había hecho mi promesa. Sentía que mi corazón pronto saldría disparado de lo acelerado que estaba.

Jimin no podía ser el chico de la promesa. Aún no habían pruebas suficientes para que lo fuera, quizás sólo era una coincidencia.