XXIII

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—¿Qué pasa, Luis?

Gabriel le llamó la atención. Ellos estaban en la playa, haciendo la publicidad para Sprite. Luis no dejaba de ver a Sebastián a lo lejos.

—Nada, solo pensaba en la campaña —mintió, frunciendo la cara por el sol.

—No te creo —entonces Gabriel volteó a ver a Sebastián a lo lejos—, y tampoco entiendo que tanto ves a Sebastián, y no con esa cara de enojo que siempre traes.

No lo veía con enojo, era la primera vez que no lo veía con enojo después de todo lo que le había hecho. Luis lo veía recordando las buenas cosas que Valeria le había contado de él, y no entendía como la persona que le dañó la reputación, podría ser la misma que Valeria le contó de buena manera.

—Dime ¿En qué tanto piensas? —Gabriel volvió a instar una respuesta.

—En que tendré que acercarme, grabar junto a él, y darle la mano.

—Ten —Gabriel le dio su refresco—. Sabías que aquí iba a estar tu archienemigo —dijo con alguna clase de burla— ¿Por qué aceptaste este comercial?

"Cuéntales lo que pasó" recordó la voz de Valeria cuando intentó animarlo a decirle a sus amigos lo que realmente había pasado entre ellos.

—Escucha... —Luis le regresó la mirada— ¿Recuerdas por qué Sprite dejó de llamarme?

—Sí, porque tiraste las bebidas en el equipo de sonido mientras Mario hablaba con el público.

—¡Yo no las tiré! ¡Yo no lo hice!

—Ok, te creo... tal vez solo fue un accidente.

—No fue un accidente, Sebastián lo hizo.

Gabriel parpadeó lentamente al oírlo.

—¿Estás seguro de eso?

—Claro ¡Me odia! —volteó a ver a lo lejos otra vez, esta vez Sebastián volteó a ver y saludó a Gabriel.

—¿Es por eso que ustedes ya no se llevan bien? —Gabriel pareció entender.

—Podría decirse... —Luis dijo incómodo, no quería contarle como había empezado todo.

—¿Pero..., por qué Sebastián haría eso?

—Porque le dejé de hablar.

—No, Sebastián no es así de inmaduro —dijo sin poder creerlo mientras lo vio y luego le regresó la mirada a Luis.

—No lo conoces bien.

Gabriel lo meditó antes de disponerse a hablar. Luego de unos segundos, se dedicó a abrazarlo.

—Lo siento, Luis. Todo este tiempo pensé que tú eras el culpable, pero ahora que hago memoria, tiene sentido que Sebastián te haya hecho aquello.

—¿Me crees?

—Estoy seguro —dijo separándose de él—. Varias veces él se notó celoso de tu éxito, pero no pensé que en verdad lo estuviera.

Luis apenas pudo sonreír mientras lo veía, y antes de replicarle; el director interrumpió su descanso llamándole a Luis para que se acercara a grabar con Sebastián

Luis se imaginó la toma muchas veces. En ningun momento le gustó.

—¿Esta vez no serás tan torpe de tirar el refresco verdad? —Sebastián le dijo con burla, en voz baja.

Luis quiso cortarse el brazo después se grabar.

Los dos voltearon a ver a Gabriel, él platicaba con una chica que vestía un traje de baño y trenzas. El corazón de Luis saltó en un suspiro, bombardeando rápido, y aunque Sebastián no lo notara, Luis sí sabía quien era esa mujer.

Arrebol del Atardecer #1Where stories live. Discover now