Después de tanto tiempo, Ouma por fin decide declararse a Saihara. Pero lamentablemente es rechazado, al no querer aceptar su derrota se propone en hacer cualquier cosa para conquistar a Saihara.
-Fue muy injusto que me haya tocado a Kii-boy como pareja.
Saliendo de la escuela Ouma se quejó por haber tenido a Kiibo como pareja.
-Al menos a ti no te toco estar con Iruma-san.- Contesto Rantaro.
-Pero yo quería estar con Saihara-chan.- Continuo quejándose.
-¿Y porque no volviste a invitar a Saihara-kun a salir?
-Sí lo hice, pero me dijo que no podía, porque tenía asuntos que atender.
-¿Entonces no tienes nada planeado?
-No, probablemente esté en mi casa aburriéndome como siempre.
-¿Qué tal si te invito a algún lugar?
-Amami-chan, ¿A caso me estás invitando a una cita?- Pregunto con burla.
-¿Q-que?
-Porque sí es así, no tendré otra opción más que rechazar.
-E-espera...no es lo que...
-Lo siento Amami-chan, pero sabes perfectamente que a mí me gusta alguien más.
-No es una cita.
-Sí no es una cita, entonces acepto.
Al final y acabo Rantaro invito a Ouma a una pequeña cafetería.
-Lo sabía es una cita.- Dijo Ouma apuntando a Rantaro con su dedo.
-Que no es una cita.
-¿Y porque de todos lugares me invitaste aquí?
-¿Tiene algo de malo?
-Es que tiene la pinta perfecta de ser un lugar en donde puedes tener una cita.
-¿Eso importa?
-Claro que importa, ¿Qué tal si alguien de nuestro salón nos ve?, pensaran que estamos teniendo una cita.
- Tranquilo, ¿Qué posibilidades hay que alguien nos vea?
-Está bien confiare en ti, pero solo porque eres mi amigo.
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Al día siguiente Rantaro estaba saliendo de su casa, hasta que se encontró con la sorpresa de que Ouma lo estaba esperando.
-Hola Amami-chan.
-¿Qué haces aquí?
-¿Qué no puedo esperar a mi amigo para ir juntos a la escuela?
-Me refiero a que, ¿Cómo sabes dónde vivo?, no recuerdo haberte invitado alguna vez a mi casa.
-Nishishi, eso es secreto.
Camino a la escuela, los dos hablaban de cualquier tema, a Rantaro se le hizo muy extraño que Ouma en ningún momento haya mencionado a Saihara ya fuera para decirle algún plan para conquistar a Saihara, quejarse porque a Kiibo y Kaede les toco hacer pareja con él, o incluso empezar a decir lo perfecto que es su amado. Así que Rantaro estaba disfruta de la compañía de Ouma, aunque sabía a la perfección que si iba a ayudar a Ouma a conquistarlo sería necesario hablar de él.
-Olvide decirte, ¿Qué crees lo que Kii-boy me dijo ayer?
-¿Qué?
-Al parecer Saihara-chan, me describió muy bien.
Esto arruino el buen humor de Rantaro.
-¿Enserio?
-Sí, es la primera vez que alguien me da una buena descripción, algunas veces se refieren a mí como alguien infantil, manipulador y mentiroso.
-Tal vez sea porque si lo eres.
-Oye es muy cruel.
-Pero es verdad.
-Te perdonare solo porque ayer me invitaste a salir, hablando de eso, gracias.- Ouma le dedico una sonrisa, una sonrisa que hizo sentir a Rantaro un poco incómodo.
-No hay de que.- Le respondió con una sonrisa.
-Cuando Saihara-chan y yo seamos pareja, propondré que nuestra primera cita sea ahí.
Pero como siempre Ouma tenía que arruinar el momento.
