Sólo Jung Hoseok.

- Si, claro que está bien Hobi, se siente increíble después de todos los golpes que le dieron- el sarcasmo era notable en la voz de Tae, algo tenía que sacar de su hermano mayor.

- S-sólo m-me d-duele un po...poco todo- sonrió con ternura haciendo que al par de raros se les oprima el corazón.

Yoongi veía todo de lejos, tratando de no sentirse culpable, ¿Quién le mandaba a responderle así a su padre? Nadie, él había cavado su tumba sólo.

Sin ayuda.

- Todavía no es su turno, pueden irse y volver después- los dos miraron indignados a su compañero de trabajo- Yo lo curare- se obligó a decir para que se puedan ir tranquilos.

- ¿Seguro?- preguntó un Taehyung para nada convencido.

- Si, además así pasan a comprar algunas vendas y alcohol, yo tengo pero sólo un poco en la moto- los dos se miraron preguntándose si sería buena idea.

Al fin y al cabo después los retarian si no hacían bien su trabajo.

- Esta bien- los dos dijieron y se rieron por la coincidencia de sus palabras.

Con algo de miedo y dudas se despidieron de un herido Jungkook y se fueron.

Al escucharse el sonido de las motos Yoongi pudo sentirse mejor, estar cerca de ellos le hacía mal, le hacía pensar cosas que no le gustaban para nada.

- Vuelvo al tiro- salió de la cabaña sin esperar respuesta de parte del castaño.

Fue lentamente a su moto y sacó el alcohol, parche- curitas, vendas y cosas así.

Entró nuevamente a la pequeña casa y encontró a Jungkook ya sentado, jugando con una herida.

Su ojo tenía un moreton feo, no sabía como había resistido tanto, parecía tan débil...

- Acuéstate- A la rapidez de una tortuga Jungkook obedeció, Yoongi empezó a limpiar con agua y alcohol las heridas de sus piernas, luego pasó a sus brazos y tocó seguir con las manos.

- Dame tu mano- miró para otro lado, no quería ver la expresión de dolor en el rostro del contrario, la herida de la mano era más delicada que otras.

- O-okey- Jungkook cerró los ojos mientras el alcohol se esparcía por su palma, para la sorpresa del rubio, el castaño solamente hizo unas muecas extrañas.

En ese momento recordó un día en el que estaba con Taehyung en el campo, cuando eran niños, jugando a la orilla de un lago.

Su hermano estaba escapando de él y se tropezó con una piedra puntiaguda, haciendo que la gravedad lo colocara en el suelo en menos de dos segundos.

Al caer se había raspado la rodilla y se había puesto a llorar casi al instante.

Como Yoongi siempre estaba preparado, fue al bolso donde traían comida y encontró su pequeña botella de alcohol que llevaba siempre consigo.

Al desinfectarle la herida Taehyung gritaba como si le hubiera entrado un demonio, era muy pequeño y gritón.

Los pequeños flashbacks de ese día le revolvieron los pensamientos haciendo que recordaba las veces en que su padre le pegaba cuando era más adolscente- qué por cierto no fueron pocas.

- ¿Listo?- Yoongi asintió, obligándose a volver a la realidad.

La cruel realidad.

- Sácate la camiseta- Jungkook abrió los ojos, esperando que su sonrojo no se note.

- P-pero..

- No te puedo limpiar el resto de las heridas estando con camiseta- remarcó bien sus palabras para que se note que no habia segundas intenciones.

- E-está bien- con ayuda del rubio se sacó la camiseta, con mucho cuidado, ya que los cortes y moretones estaban frescos.

Yoongi se quedó en shook por unos segundos, la piel, antes suave y limpia, estaba totalmente destrozada.

Y era su culpa.

- No- musitó inconscientemente y Jungkook le miró con una mueca en el rostro.

- ¿Qué?

- Quiero decir que..- pensó en algo rápido- te des vuelta- el castaño obedeció.

Empezó a limpiar con delicadeza las partes afectadas, luego les echaba agua para que la sangre saliera por completo.

Jungkook se dio vuelta nuevamente y tocó limpiar las heridas de su abdomen.

Yoongi trató de no sentirse incómodo, al terminar se sintió liberado de nuevo.

El rostro del castaño era lo único que faltaba.

- Voy a limpiarte la cara- sin esperar respuesta se acercó y quedaron demasiado cerca el uno del otro, Yoongi pudo sentir la respiración agitada del chico frágil a su lado.

Jungkook se sentía cohibido con la dedicación que tenía el rubio para hacer cualquier cosa, no sabía si debía decir algo.

Los ojos de los dos se encontraron y Jungkook sonrió.

- Gracias- Yoongi se obligó a alejarse, la voz que había usado el castaño era tan dulce que...

- Voy a estar afuera, quédate quieto para recuperarte.

Ya no aguantaba más estar en esa habitación, salió a toda prisa y prendió un cigarrillo.

- Cállate- su mente hablaba sin querer, y lo que menos quería era hablar sólo.

Pero nunca había tenido a nadie a quien contarle sus problemas diarios.

- Cállate- susurró una vez más, esperando poder salir de ahí rápido.

Salir de ese laberinto.




















" Dame tu mano "




































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HOLI!

Espero que la historia les esté gustando, se viene bueno en el futuro 7u7

L@s quiero

Besos :3

- La Pandicornio♡

Secuestrando Corazones ▪︎Yoonkook▪︎Where stories live. Discover now