It was real: A love story

Capítulo IV: El tiempo es efímero a tu lado

—Bueno, chao.

Cuando regresé a la habitación donde estábamos Macarena volteó a mirarme, sé perfectamente que su intuición le permitía sospechar que hablaba con Gonzalo, pero no tenía idea de las palabras falsas que hace unos segundos habían pronunciado mis labios. Me sentí mal, ella y yo no éramos las mejores amigas y apenas nos estábamos conociendo, pero sinceramente me encantaba pasar mi tiempo con Macarena Achaga. ¿Han escuchado que todo mundo dice que se le pasa el tiempo muy rápido cuando la están pasando bien? Eso me pasa con la loquita de Maca, el tiempo es efímero a su lado. Ella habla y habla y habla y todo lo que dice para mí es sorprendente. Es una mujer con una mente tan amplia, con convicciones pero sobre todo con un corazón gigante. No pude haber tenido mejor compañera de trabajo, ella me ha ido dando la seguridad que buscaba para hacerle frente a este personaje que he comenzado a amar.

—Barbie, Leonardo me estaba contando que el primer beso se da justo en la mitad de la novela, en el capítulo 40. —Comunicó Maca, con suavidad.

No supe si se notó mucho, pero mi sonrisa fue de total alivio.

—Ay caray, falta bastante para llegar hasta ahí.

Mi cabeza descansó, mis nervios disminuyeron un poco y yo sólo podía pensar que tendríamos más tiempo para prepararnos. Es posible que esto suene muy exagerado, es sólo un beso ¿no? pero será mi primer beso con una mujer, un beso de ficción, pero un beso al fin y al cabo. De repente la vida real me detuvo la disertación que tenía a través de la voz del escritor.

—De todas formas siento que ustedes están haciendo un trabajo increíble y la química que tienen incluso se siente por fuera de las cámaras. No hubiésemos podido elegir a otras actrices. —Recalcó, como lo hizo ya en otras ocasiones, el señor Padrón.

—Gracias Leonardo, estamos muy comprometidas y entregadas. Estamos dichosas de hacer parte de este elenco y representar a tanta gente en el mundo, a tantas chavitas que hoy sufren por no tener la posibilidad de expresar su amor, sus deseos, sus confusiones.

Asiento con una sonrisa, mirándolos a ambos.

—Sí, la verdad es que le estamos echando bastantes ganas. Incluso ahorita nos vamos a ensayar la escena donde conozco la casa de Valentina y nos metemos a la piscina.

En esa fracción de segundo, Macarena y yo intercambiamos miradas. Padrón se puso de pie, logrando que perdamos el contacto visual, y lo agradecí internamente.

—Bueno, entonces no las molesto más, señoritas, y ya saben que pueden llamarme para cualquier pregunta. ¿Listo? Voy a estar muy pendiente de ustedes.

Después de despedirnos de Leonardo, Maca me dijo si podíamos ir a su casa a ensayar porque tenía algo pendiente que hacer allí, pero no tardaría nada. Yo accedí porque me parecía una oportunidad para conocer el lugar donde vivía. En efecto no tardó nada, tenía que recibir un paquete que le había enviado su papá desde Argentina y en cuanto lo obtuvo empezamos.

Al inicio de aquella escena donde debemos estar en una parte de la sala de la mansión Carvajal, Valentina le da un abrazo a Juliana y le dice: "qué linda estás"... Eventualmente Juliana ya le ha expresado a Val que su ropa le parecía bonita aquel primer día, pero esta vez el mensaje es mucho más directo. Después de que Maca me dijo esto en nuestro ensayo ella intentó improvisar y no siguió la línea que seguía, entonces en lugar de eso Maca se acerca nuevamente a mí tomando un pequeño mechón de mi cabello para luego abrazarme.

En teoría estaba ahí de pie como si no pasara nada, pero mi corazón empezó a latir más de lo normal y sentía un tenue movimiento en mi abdomen. Quedé como en un trance muy extraño, porque racionalmente no entendía qué pasaba, pero supuse que todo era producto de las locuras que llegaban a la mente de Maca y las materializaba en cada ensayo, ella es la reina de la improvisación y hace cosas fantásticas. El caso es que... Yo también la abracé, pero en la actualidad no sabría precisar si era Juliana o era yo quien disfrutó nuestra cercanía.