Capitulo 14:
MEGAN
Me desperté sobresaltada gracias a que mi teléfono estaba sonando. ¿Quién cresta me llama tan temprano?
Mire la hora en el reloj de pared. Eran las 18:07
Mire a mi alrededor y Scott no estaba conmigo. La pieza estaba oscura, excepto por la poca luz que se filtraba por las ventanas, empecé a palpar en mi shorts buscando mi teléfono. Lo saque, pero no alcance a contestar. Mire la pantalla.
¡TENIA 17 LLAMADAS PÉRDIDAS DE MI MAMA!
¡PORFIN SE ACUERDA QUE TIENE UNA HIJA!
Desde que llegue aquí mi mama ni siquiera me había llamado o había tratado de comunicarse conmigo, Por lo que se ella había tomado sus vacaciones con mi padre y con los padres de Scott. No sé dónde, asique no pregunte.
Volví a meter mi teléfono en el short, ya que llamaría mis padres después.
Me iba a parar cuando una corriente de dolor atravesó mi abdomen, haciendo que me volviera a recostar. A tientas prendí la luz de la mesita de noche y me levante la polera, dejándome ver cómo me había dejado el golpe de Dylan. Tenía un gran círculo morado verdoso en el centro de mi abdomen. Deje de mirar mi moratón y baje mi polera, me pare rápido para que el dolor no fuera tanto, tendría que acostumbrarme a él hasta que se fuera. Puto Dylan. Ojala le dieran por el culo ocho negros a la vez. Sí, eso sería perfecto. Pero ¿de dónde saco ocho negros? Tengo a Robert y Brasil, pero ellos no tocarían a Dylan. Asique ni modo, tendré que conformarme con pegarle con un fierro y deformar más su cara.
Me puse las pantuflas de Scott y salí de la pieza para dirigirme al baño a darme una ducha, aunque había dormido, iba tomar un baño y seguir durmiendo.
Entre al baño y prendí la regadera, haciendo que a la lluvia artificial empezara a fluir. Me quite la ropa que tenía el olor a marihuana y cigarrillos impregnada en ella, no comprendo como ya que pase todo la fiesta en el tercer piso con Luke, pero la cosa es que mi ropa tiene ese puto olor y no me gusta.
Saque mi teléfono y lo deje en el mueble de las toallas.
Eche la ropa en la lavadora y me metí bajo el agua logrando que el agua caliente relajara cada musculo de mi cuerpo, iba a tomar el champú para echármelo en la cabeza cuando la puerta del baño se abrió.
-¿Quién es?- Pregunte tapándome instintivamente con la cortina de baño, que para mí mala suerte era transparente. Puta vida.
-Yo, ¿Quién más puede ser?- Pregunto Scott con voz divertida.
-No lose, quizás un asesino en serie que te mato y ahora me buscaba a mí para matarme, quien sabe- Dije por fin echándome en champú en el pelo.
-Wow, enserio tienes que dejar de ver CSI, te hace mal- Rio Scott.
-¡MENTIRA!- Proteste- Algún día yo seré como ellos- dije mientras me refregaba la cabeza.
Un sonido de un cinturón cayendo al suelo me sobresalto.
-¿Qué haces?-pregunte.
-Me quiero bañar-
-Hay otro baño ¿sabes?- pregunte.
-Sí, pero me gusta más este- Dijo entrando en la ducha. Mierda.
Cerré los ojos por instinto y me centre en seguir refregándome el pelo. Sé que ya he visto a Scott desnudo, pero los nervios todavía siguen ahí.
-¡ey! ¿Qué te pasa?- Pregunto.
-Nada…solo me baño- Dije apretando más los ojos.
El champú de mi pelo empezaba a desaparecer, ¿enserio? ¿Justo ahora, que la botella estaba al otro lado de Scott?