11. Toros de oro

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Percy P.O.V.

Ha pasado más o menos un año desde que Caos se convirtió en mi mamá, desde que viaje en el tiempo, y reviví mi primera aventura.

Me he quedado en el campamento un tiempo, pero de vez en cuando salgo a la ciudad a escondidas para tener citas con Tia.

Mamá me creo un departamento en la ciudad, por si de vez en cuando necesitaba un lugar donde pasar la noche.

Tío H me ha permitido entrenar con héroes muertos, gracias a ello he podido aumentar mi arsenal de técnicas con diferentes armas. En cambio yo le sugerí un par de torturas nuevas para los campos de castigo.

Eros por su parte, me ha estado visitando más a menudo, de vez en cuando ayudando con el entrenamiento, otras veces nada más para no volverse paranoico con su cargo de primordial del amor (Lo cual, debo admitir, me da gracia).

En el campamento las cosas están un poco...tensas. Castellan envió a uno de sus espías a envenenar el árbol de Thalia.

Mamá tuvo que intervenir para que no fuera a asesinar a Luke luego de eso enviándome a una dimensión vacía, ya luego cuando me calme me saco, me juré a mí mismo que la próxima vez que nos veamos lo pagará.

Como la vez anterior, Quirón recibió toda la culpa solo por su ascendencia y el junto con Argos fueron despedidos. "Sé que Quirón es malo, sé que ayuda a Cronos, pero Argos nunca hizo nada malo", Eso fue algo triste para los viejos campistas. Y fue muy frustrante el aguantar a Tántalo, casi lo regresó con tío H a la mala.

En su ausencia, yo mismo tuve que empezar a entrenar a todos los nuevos y viejos campistas tanto como pude, ahora los mejores son casi tan buenos como Luke, aunque claro, a los que me caen mal los entreno mal.

En este momento, yo junto a un par de hijos de Ares, nos enfrentamos a unos perros del infierno cerca del borde del campamento.

-¡White!- grite a uno -¡Mantén tu lanza lista!-

Yo estaba tratando de atraer a varios hacia mí mientras los de Ares tenían sus lanzas a mi espalda.

-¡Bingo!- llamé a uno y todos voltearon.

Cargaron contra mí sin más y yo me quite de su camino para que estos se vean sorprendidos por las lanzas que los empalaron.

-¡Reporte de daños!- les grité a todos al darme cuenta de que ya no había monstruos.

-Un par de heridos- respondió Alex White, el hijo de Ares al que le llame la atención.

-A la enfermería- les dije ya en tono más calmado.

Ellos me obedecieron sin dudarlo y se retiraron a revisarse y descansar. Como se dieron cuenta de sus mejoras, ahora me siguen sin duda alguna.

Esta era la segunda vez en 4 días que un grupo de monstruos cruza la frontera. No llegan muy lejos, pero dejan agotados a los campistas y es algo molesto tener que lidiar con ellos.

Me dirigí a mi cabaña a tomarme una ducha y descansar. Como nada más están Lee, Michael y Will por el momento, soy capaz de usar mi verdadera forma de hijo de Caos dentro de la cabaña.

Llego hasta el espejo del baño y veo que mi pelo creció más, ahora soy capaz de llevar una cola de caballo, mis músculos se asentaron para mi cuerpo de 13 años y mis ojos brillan más, me limpié la cara y me fue a acostar.

Justo cuando ya me disponía a dormir, escucho un alboroto afuera y sé que tengo que ir.

Rápidamente cambio mi apariencia, agarro un par de armas y salgo corriendo hasta la colina.

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