Capítulo 41

50 1 0
                                    

Noto cómo comienza a hacerme cosquillas en los costados, al mismo tiempo que deja algún beso sobre mi cuello. Cierro los ojos disfrutando, pero se que no debo dejar que esto llegue demasiado lejos después del estado en el que se encuentra.
-Adriana: estás borracho -digo intentando apartarlo- Carlos...tengo que volver a ver cómo están los demás.
-Carlos: estás tan buena... tu rollo sabelotodo y de chica fuerte y mandona me pone tanto -río separándome definitivamente de él cuando afloja el agarre-
-Adriana: no sabes lo que dices -río negando con la cabeza-
-Carlos: ¿no dicen que los niños y los borrachos dicen la verdad? Pues yo te quiero, y lo mejor es que, cuando esto se me pase, te voy a seguir queriendo.
Lo miro con una mezcla entre asombro y admiración, yo no sería capaz de abrirme a alguien así y quizás él tampoco y sólo me lo ha dicho por el estado en el que está, pero no voy a pensar en eso y si en la declaración que me acaba de hacer. No puede ser más tierno en estos momentos. Me maldigo a mi misma y a mi capacidad de no saber nunca cómo actuar en estos momentos, aunque para cuando levanto la cabeza veo que está casi dormido.
La puerta se abre y doy un salto. Acomodo mi cabello observando de reojo a Miki, que se asoma a través de la puerta.
-Miki: como tardabas he venido a ver cómo está -dice mirando a su amigo-
El brazo de Carlos rodea mi cuello cuando se incorpora con dificultad y me acerca hasta él. Sus labios atacan los míos sorprendiendome. Me cuesta seguirle el beso sabiendo que está haciendo esto justo delante de Miki. Se separa y mira a su amigo que sigue con los ojos abiertos como platos a más no poder.
-Csrlos: cómo ves...querido amigo, la he besado. ¡pero no estamos juntos! Somos como una especie de amigos con derechos. Ahora vas a regresar con los demás y nos vais a dejar a nosotros solos un rato.
Formo con mis labios una fina línea evitando reírme por lo que acaba de salir por su boca y de lo que, probablemente, mañana se arrepienta.
-Miki: ya sabíamos que algo pasaba, idiota. ¿Crees que somos ciegos? Pero, gracias por dejarme verlo -me guiña un ojo, haciendo que me ardan las mejillas- os dejo...a solas.
Carlos deshace la cama como puede y se tumba, gesto que imito después de él.
-Adriana: mañana te arrepentirás de todo lo que estás haciendo hoy. Nunca te había visto tan borracho.
-Carlos: lo siento, no suelo hacer esto - dice arrastrando cada palabra-
Y así, poco a poco me duermo. Aunque Carlos si que había caído rendido al segundo. Efecto de la borrachera que llevaba encima. A mi me cuesta más conciliar el sueño porque me paso bastante rato pensando en todo lo que me ha dicho, nunca pensé que yo pudiera llegar a causar eso en nadie, y ahora que he comprobado que sí, me planteo: ¿qué es lo que siento exactamente por él? ¿ tendremos futuro o somos un rollo pasajero de verano? ¿estoy realmente preparada para decirle lo jodidamente loca que me vuelve?

EfímerosWhere stories live. Discover now