Capítulo 14: Resentimiento

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Lo primero que Gabriel pudo sacar en claro al tener acceso a las memorias de Saburo, fue que este no es el pueblo donde ocurrió la masacre hace seis años.

Pero para sacar algo en claro de todo esto, es necesario para el mago ir en orden.

Los recuerdos del prisionero se remontaban a cómo era la vida antes de que el hechicero de la libertad hiciese su aparición por primera vez y que los Fujioka se revelaran. En ese tiempo todos adoraban al dios del pueblo, el cual les otorgaba abundantes cosechas todos los años, nadie pensaba en marcharse del pueblo debido a la comodidad que allí tenían. Los únicos que se resistían cada vez más ante esto, eran su familia. Sobre todo, la cabeza de los Fujioka, el padre de Saburo. Ellos también eran los principales practicantes de la religión cristiana.

A pesar de que todos creían en el dios cristiano desde hacía aún más tiempo, no veían ningún problema en rendirle también culto a Kichiro. A cambio, este debía recibir un sacrificio cada diez años. La persona que era designaba para ofrecerse tomaba la iniciativa por sí misma y todos respetaban su decisión, despidiéndola con la fiesta más grande de toda su vida.

Los habitantes no consideraban que esa persona moría tras ser consumida por el bosque, sino que se volvía una con todo lo que estuviera vivo. En verdad este sacrificio era como una prueba de su valor.

Todo era paz y tranquilidad, nadie tenía de lo que quejarse y tenían vidas prosperas hasta el final de sus días. Con excepción de cierto detalle, las muertes naturales, por enfermedades y accidentes siempre fueron mayores que en cualquier otro lugar, no se trataba de algo exagerado, ya que el porcentaje era apenas mayor, pero estaba allí, sin explicación alguna, como si de mala suerte se tratase

Así era la vida en este antiguo pueblo, el cual ya tenía más de quinientos años de antigüedad.

Pero había algo raro en todo esto; a pesar de que las tierras en las que ellos habitaban eran infértiles, nunca se marcharon de allí. Incluso cuando debían seguir sacrificando a una persona cada diez años, no se fueron.

¿Cuál era el motivo? Todos creían que la única manera de prosperar era no cambiar las cosas.

En cuanto al sacrificio, no era como si estuvieran matando después de todo, eso pensaba. El único capaz de alterar el pensamiento, con tal de que todo siguiese igual, no podría ser otro que Kichiro.

Tras la llegada del hechicero, ya que todos ya tenían estas creencias inculcadas incluso antes de su llegada, terminaron creyendo a los Fujioka sin peros. Aun así, la facilidad con que todos cambiaron su pensamiento significa que el amor que tenían por Kichiro fue como un hilo delgado todo el tiempo.

El hechicero, antes de marcharse, advirtió que todo el que saliera del pueblo morirá de una u otra forma.

—Como si de mala suerte se tratase —se dice Gabriel, más que pensativo—, algunos se perderían y morirían de hambre, otros sufrirían accidentes... siempre habría algo que los detuviese. ¿El causante de todo esto también era Kichiro?

Tal como se dijo, tiempo después cuando las personas intentaron marcharse tras el comienzo de la escasez, sufrieron terribles destinos. Sus cuerpos no tardaron en ser encontrados en los alrededores del pueblo por personas que también intentaban marcharse. Al ver que algunos tenían incluso la mala suerte de morir por cosas improbables, como ser alcanzados por un rayo, decidieron regresarse.

Gabriel no tiene manera de saberlo, solo puede hacer conjeturas. ¿Acaso el dios Kichiro era quien impedía que la gente se marchase? En caso de que la respuesta fuese un sí, ¿cuál era su motivo? O es que... ¿él intentaba proteger a su pueblo? Kichiro no quería que nadie saliese... porque algo más los mataría.

El Dios Rechazado (Finalizada)Where stories live. Discover now