➴「Capítulo 10」

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JiMin observaba aquel ramo de rosas blancas que había comprado unas cuantas cuadras atrás, vaciló a la hora que sus pies se detuvieron frente a la puerta de su esperada cita. ¿Y si le atendía su padre? ¿Y si le mandaba a volar? ¿Y si lo dejaba plantado? Había olvidado que aquella persona era con quien había crecido, a quien le confiaba hasta lo más íntimo.
Se limpió su sudorosa mano en el pantalón y pasó saliva escuchando ruido en el interior de la casa, más bien, pasos.

Los minutos parecían eternos. 

— ¡Jiminnie! —Exclamó la señora Min. — Oh, pero que bellas rosas, ¿Es que acaso estás cortejando a nuestra dulce YoonJi?— El tono bromista se notaba a leguas en aquella frase. Ambos rieron. —Pasa, nosotros ya nos estamos yendo.— 

No había notado hasta que le dio entrada al hogar, que la ajena estaba vestida elegantemente, no le era de sorpresa; los padres de YoonJi solían tener muchas reuniones, rara vez les había visto vestidos informal. 

— Se ve muy bien.— Halagó con timidez. 

— ¿Viene a cortejar a mi hija, o a mi esposa?— Se escuchó la potente y profunda voz del señor Min que pronto se postró en el umbral de la cocina.

— A-ah, no, yo-— 

Ambos padres rieron mientras el menor se veía ahogándose en un vaso de vergüenza, timidez y nervios.

— ¿Intimidarán a cada chico con el que vaya a salir?— YoonJi apareció secándose el cabello con el extremo de la toalla que llevaba en los hombros, despreocupada ante la presencia del joven como si nada hubiese cambiado, eso hizo sentir a JiMin mucho más reconfortado.

— No es como si eso sucediera todos los días...— Masculló la madre acabando de acomodarse el saco.— Nos vemos mañana, ¡Diviértanse!

JiMin se despidió con una reverencia mientras que YoonJi observaba a sus padres retirarse. Un suspiro escapó de la última cuando escuchó el portazo, recordando parte de la charla que tuvo con su progenitora horas antes.


— Volveremos mañana, recuerda que aún somos muy jóvenes para ser abuelos.— 

— ¿Qué? ¿Mañana? Creí que sólo saldrían a cenar.— Ignoró olímpicamente el comentario sin sentido, era claro que si alguien no iba a tener nietos, serían sus padres.

— Será sólo eso, pero nos quedaremos en un hotel para que tengan privacidad.— 

Los ojos de la pálida se habían entrecerrado a tal punto que parecían dos líneas, posiblemente le hubiese protestado, si bien su madre se estaba equivocando en la forma que ocurriría, no se equivocaba al pensar lo que iba a ocurrir en sí.

— ¿No se supone que en tu posición de madre deberías de prohibirme realizar tales cosas?—

— Si te lo prohíbo lo harás de una u otra forma, y prefiero que lo que tenga que suceder, sea bajo nuestro techo. Ah~ YoonJi, ¿Crees que no te conozco? Siempre haces lo que quieres, siempre fuiste una niña problemática, y aún así, te amo muchísimo. Me recuerdas a tu padre de joven, igual de rebelde.— Confesó con la mirada endulzada en recuerdos y una sonrisa tan cálida que hizo que la mirada de YoonJi se perdiera en las verduras de su plato.— Sé que no te gustan mucho las cursilerías, anda, termina de comer y ve a ordenar tu habitación para recibirle.—


YoonJi gruñó cuando la escena en su mente terminó, captando la mirada curiosa del chico frente a ella.

my mommy yoonji  :  yoonmin.Where stories live. Discover now