Capítulo Dos

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02. 

151 días antes de.

No conocer el significado de la palabra "compartir" era solo una de las muchas secuelas de tener padres exitosos y divorciados.

Jungkook lo sabía; siempre estuvo consciente de que podía llorar, hablar sobre una infancia destruida, la vulnerabilidad dentro de su inexistente familia y conseguir lo que se le antojara aunque mintiera cínico; él era el centro de todo, como un ancla que mantenía cercanos a dos bandos enemigos. 

Vivió por mucho tiempo jugando a tener el control en beneficio propio mientras ocultaba sus pensamientos. Sí, porque aunque se empeñara en negar una y otra vez haberse visto afectado por aquella separación, la verdad era que lo estaba, y lo estuvo por mucho tiempo. Era solo que al crecer comenzó a sentir que ser el centro de atención no era tan increíble como solía parecerle.

Nunca tuvo que compartir nada con nadie, ni pretendía mendigar atención. Él siempre creyó que podía manipular las cosas a su antojo. Y nadie iba a convencerlo de lo contrario. 

Por eso dormir en el suelo resultaba inaceptable para él. 

—Jungkook, Jungkook. Despierta, tengo una idea.

Quiso negarse a abrir los ojos; separó sus párpados renuente a la poca luz que se colaba por la habitación, pero al hacerlo se topó con una mata de cabello castaño que le veía desde arriba sonriendo. 

Se reincorporó sobre el piso, e hizo crujir los huesos de su espalda. Después de todo, había pasado la noche en una terrible posición.  

Se restregó la nariz y recibiendo pequeñas descargas eléctricas volteó a verlo.

—Entiendo que soy un tipo raro y desconocido. Pero hacerme dormir en la alfombra fue algo muy desconsiderado de tu parte —dijo mientras observaba a Taehyung quien sentado sobre su cama le sonreía burlón. 

—¿Y qué esperabas? ¿Que te llevara a la sala o a la habitación de huéspedes? Te recuerdo que no sé porqué estás aquí, ni siquiera tú lo sabes. 

—Mínimo esperaba que me dejaras dormir en tu cama y no hacerme pasar la noche así de incómodo —reprochó irreverentemente.

—Eres demasiado exigente, deberías estar agradecido conmigo. —Le dio la espalda al levantarse. 

—¿Qué hora es? —preguntó curioso ante el cielo opaco y cambiante. 

—Cinco treinta de la mañana. 

—¿¡Y por qué demonios me despiertas entonces!? —(El nivel de desconsideración es demasiado alto), pensó—. ¿Y cómo es que ya estás vestido? 

Taehyung se acercó a él; su rostro parecía menos infantil sin sus anteojos. El castaño dio tres pequeños golpes en su cabeza para hacerlo reaccionar, como intentando insultar su intelecto. 

—Porque si planeo llevarte conmigo a la escuela necesito hacerte pasar desapercibido, tonto. Además, no pude dormir nada noche, estuve pensando en las posibilidades y ya tengo varias hipótesis. 

—Tengo la impresión de que no me crees. 

—Amigo, tú viste la fecha en un periódico y asumiste que estás en el pasado. Eso me deja mucho qué pensar sobre tu cabeza defectuosa.

—¿Y qué con eso? Es lo más lógico.

—No lo sé, yo habría asumido que el cauce del río que desemboca en el lago me arrastró, terminé perdido en algún pueblo lejano, y algún poblador me rescató. Así que tengo el presentimiento de que podrías estar ligeramente loco. 

LA TEORÍA DE KIM.《version one》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora