Capítulo Catorce

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14.





El tiempo nunca se detiene. Ha sido llamado sanador de heridas por muchos. Sin saber, que el tiempo no te cura, solamente es hipócrita para consolar. 

De los miedos, los errores y la agonía del alma, el tiempo, es el primero en burlarse. 

—Necesito la descripción completa del muchacho.

Las luces rojas y azules de la patrulla hacían que las sombras de los árboles lucieran un poco más tétricas que de costumbre.

El sector completo del bosque había sido evacuado; y en especial, el área del lago circulado con cinta amarilla para evitar que los turistas continuaran acercándose.

La policía y los paramédicos se encontraban alrededor.  El cielo había comenzado a oscurecer y Seokjin no sabía qué demonios hacer, todo había sucedido muy rápido.

Agitó la cabeza e intentó enfocarse en el oficial que le hablaba.
—Disculpe, ¿Qué dijo?

—Necesito una descripción física completa del muchacho —repitió con su bolígrafo en mano.

—Tiene cabello negro, estaba usando una chaqueta de mezclilla oscura y una camiseta negra con letras rosas. Uhm, tiene perforaciones varias perforaciones y... los ojos grandes.

El oficial asintió.
—Excelente, nos servirá para identificarlo. Por el momento, continuaremos buscando en los alrededores del lago mañana, en caso de que se encuentre en la orilla.

—¿¡En la mañana!?

El hombre pareció restarle importancia. Cuando esto pasaba, difícilmente encontraban respirando al desaparecido.

—En la mañana —volvió a decir el oficial duramente.

Seokjin asintió; era apenas capaz de hablar por lo consternado que estaba, tenía una toalla en su espalda que le habían dado los paramédicos cuando lo sacaron del agua después de tranquilizarlo.

No había mucho que explicar, en el momento en el que Jungkook cayó al agua intentó llegar hasta él pero fue imposible. Alguna vez pudo moverse con facilidad, pero esos tiempos estaban muy lejos ya.

El chaleco salvavidas le mantuvo a flote el suficiente tiempo como para que otros turistas se alarmaran y llamaran a los guardabosques del lugar.

Su pecho dolía. Y no sabía si se trataba de la falta de oxígeno o de la culpa.
Se sentó en la parte trasera de la ambulancia que llegó al lugar mientras temblaba.

Había al menos diez personas con linternas recorriendo el lugar como parte del protocolo de rescate; pero él sabía que eso no llevaría a nada.

La voz del oficial y de los guardabosques a la distancia le tenían petrificado.
Y es que ellos, aún después de horas y con todos sus intentos... no creían que fueran a encontrar algo en realidad.
Al menos no hasta dentro de un par de días.

—Creen que está muerto, ¿No es así? —murmuró para sí mismo. Él que creció en ese lugar y que había visto la voracidad del lago de cerca, no fue capaz de tener esperanza—. Yo también lo creo.

Se escuchó bullicio del otro lado lado; Seokjin levantó la cabeza con desdén y encontró a su esposa discutiendo con un policía que no le dejaba pasar del área acordonada.

Levantó una mano para que ella le notase, al hacerlo, él se levantó de prisa e intentó correr hacia ellos; pero nuevamente, su pierna le traicionó y cayó entre la tierra.

Gimió de dolor y de rabia en un triste intento de ponerse de pie; ella llegó a su lado y le tomó del brazo para ayudarle.

Después de tanto tiempo, seguía arruinando todo. Estaba perdido; era inútil y completamente patético.

LA TEORÍA DE KIM.《version one》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora