Paradise kiss | MLP | RariJack

Stage 15

Escritura:

En tercera persona (Normal)

Narra Applejack (Cursiva)

*Pensamientos* (*) (Casi siempre son de Applejack, pero cuando sean de otro personaje pongo la aclaración)

"Recuerdos" ("negrita y cursiva entre comillas")

Recuerdos o momentos imaginarios, recreaciones (Negrita y cursiva)

Notas, Cartas, Carteles, Mensajes, Lugares (Negrita)

*-*-*-*-*-*-*-*-*

Stage 15

En la estación de tren, una moto se detuvo.

-¡Jackeline!- gritó Pinkie cuando vio a Applejack de espaldas sentada esperando.

La rubia se giró incorporándose y Pinkie bajó de la moto corriendo a abrazarla.

-Pinkie... Perdón, es tarde... No sabía que tenías una moto.-

-No te equivocas, Jackeline. Todos queremos ser mimados por la persona que amamos.- dijo la pelirosa sin dejar de abrazarla.

Applejack dejó escapar algunas lágrimas y le respondió el abrazo estrujando el cuerpo de la rosada.

El pelo de Pinkie... Olía a frutilla.

Me hizo sentir muy bien.

-...No puede hacerte esto.- dijo la rosada separándose y empezando a correr.

-¡¿Pinkie?! ¡Espera! ¡¿Adónde vas?!- comenzó a perseguirla.

-¡Voy a casa de Rarity! ¡No voy a dejar que te hiera así, Jackeline!-

-¡No hace falta! ¡Eso la va a molestar más!-

Pinkie se detuvo y la miró.

-¿Y entonces? ¿Vas a llorar hasta que te duermas?- preguntó tomando sus hombros.

*¿Llorar hasta dormirme?*

-No, creo que ese no es el problema. Rarity no se equivoca.- dijo Applejack.

-Jackeline... ¿Tanto la quieres para defenderla así?- preguntó Pinkie con lagrimas en los ojos.

-No es eso... Creo que, desde un principio, Rarity y yo no conectamos...- Applejack suspiró haciendo su flequillo para atrás.- Lo dijo muy claro... No le gusta el tipo de persona que soy. No hay nada que hacer.

Los labios de Pinkie empezaron a temblar y luego rompió en llanto.

-¡No llores, Pinkie!- trató de calmarla Applejack.

*¿Por qué soy yo la que la consuela a ella?*

-Pero... Es tan triste... ¡Odio a Rarity!-

-No digas eso. ¡No pueden separarse antes del desfile! Ya... Ya...- la rubia acarició su cabello rosa.

-Ya veo... Tienes razón... Perdón...- dijo Pinkie tratando de dejar de llorar.

-Está bien... No tienes porque disculparte... ¿De todos modos podría quedarme en tu casa esta noche, por favor? Para mí es difícil volver a la mía ahora.- preguntó rascándose la nuca.

-¡Sí, claro! ¡Me encantaría que vinieras a casa!- dijo feliz pero luego se detuvo.- Ah, perdón. No debería alegrarme en un momento como este.-

-Está bien, yo también quería visitarte un día de estos.- ambas sonrieron.