Heeseung odia lo prohibido, y ella es su mayor tentación. ¿Estás listo para jugar con fuego? Vamos a aprender lo que es amar.
-Disculpe, pero esta es la clase de italiano, no haga eso señorita Baek.
-Lo siento, malinterpreté las cosas.
-Realmente n...
Heeseung llegó a casa después de ese día tan agotador, se quitó el saco de su traje, dejando a la vista su perfecto torso remarcado en su camisa, desabrochó los dos primeros botones de esa misma y buscó una cerveza para después tomar asiento en uno de los sillones de la sala de estar.
Todo estaba oscuro, posiblemente sus hermanos ya estuviesen dormidos, algo bueno en realidad, le permitiría seguir ordenando sus pensamientos en completo silencio, llevaba horas batallando y maldiciendo internamente no poder olvidar los preciosos labios de esa mocosa, estaba en contra de sus reglas, no podía, ni debía.
¿Sería buena idea renunciar? Pero era muy pronto, lo verían como algo extraño, además necesita ayudar a sus hermanos con los gastos de su hogar.
Su única opción sería actuar como si nada hubiese pasado, como si fuese una pesadilla, trataría de interactuar lo menos posible con Baek Eunbyeol, eso si sus deseos carnales se lo permiten.
Mientras meditaba en que decisiones serían correctas para tomar suspiraba, como alguien realmente angustiado al experimentar cosas nuevas y no permitidas en su código ético y personal.
Heejin: —¿Qué haces despierto tan tarde?
Heeseung acostumbra llegar a casa para inmediatamente descansar, esa fue la razón de la sorpresa que tuvo Heejin al mirarlo allí, su hermano estaba tan extraño.
Heeseung: —Heejin. ¿Qué haces tú despierta? —Trató de mirarla a través de la abismal oscuridad de la noche, la única luz en ese momento, era la de un poste de luz que entraba por medio de la ventana.
Heejin: —Tu respiración suena tan pesada como para lograr despertarme. —Musitó.
Heeseung: —No seas exagerada.
Heejin: —No lo estoy siendo Hee. ¿Algo te pasa?
Heeseung: —No, para nada, solo estoy bastante cansado.
Heejin: —Heeseung, no tomas alcohol a menos de que estés pasando por algo, el cansancio nunca te hace beber. —Pronunció preocupada.
Heeseung: —Tienes razón, algo pasa, pero no estoy listo para hablarlo con alguien. Solo no te preocupes y regresa a dormir, en un rato lo haré también, solo necesito pensar un poco más.
Heejin: —¿Seguro que estás bien?
Heeseung: —Seguro, ahora ve, o Sunoo también despertará por nuestras voces.
Heejin le dio un leve apretón de hombros e hizo caso. El mayor se quedó un rato más saboreando la bebida algo amarga mientras se hacía esclavo de sus tormentosos pensamientos.
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Tres meses desde dicho suceso habían pasado, Lee Heeseung se encontraba totalmente bien nuevamente, desde ese día decidió hablar lo menos posible con Eunbyeol, y las clases extra dejaron de darse en el momento en que su amigo se ofreció a ayudarla con su proyecto. A ella no pareció afectarle, ni siquiera había querido hablar del tema; se sintió estúpido por ser el único que se atormentó pensando en ello, cuando ella no sintió ni lo más mínimo, según su creencia.
