Nosotros

Capítulo 1 - Paulina

Track: everything I wanted - Billie Eilish

---UN MES DESPUÉS DEL ACCIDENTE---

Ojalá pudiera decir que fui la reina de la primavera.

Ojalá todo hubiera sido solo una pesadilla y, al abrir los ojos, encontrar mi cuarto. Ojalá la noche en la que cometimos tantos errores jamás hubiera sucedido más que en mi cabeza ahora retorcida. Ojalá. Pero la realidad es que, para cuando desperté completamente de aquel estado entre la vida y la muerte, la pesadilla era real y el funeral de Aliana, mi mejor amiga, mi persona favorita... había pasado hacía un mes.

A mi una parte del auto me había atravesado el cuerpo desde la espalda, perforó un riñón, y salió finalmente muy cerca de mi útero. Claro que me dolía todo, me habían inducido en un coma farmacológico para operarme unas tres veces sin que lo notara pero después de que mi papá se sentara a mi lado a explicar lo que le pasó a mi otra mitad, mi pobre Ali, entendí que mi sufrir físico se iría con el tiempo y calmantes. Pero aquel otro dolor no.

La noticia fue lo que me partió al medio, no el auto.

—Lo lamento tanto, hijita —me había dicho papá, con lágrimas en los ojos, mientras me tomaba las manos—. Ali era una más de la familia.

El grito que solté podría haber atravesado la Tierra a la mitad, pero solo logró que me saltaran un par de puntos.

Me negué a salir de la cama durante una semana, lloraba hasta quedarme dormida por los tranquilizantes que me inyectaban en la bolsita de suero que conectaba a mi antebrazo. A veces tenía ataques de pánico y los tranquilizantes se volvían más fuertes, me noqueaban como una piña de Rocky en la nariz, pero eran necesarios para que deje de moverme como si estuviera poseída sobre la cama.

Cuando dejaba de gritar y sollozar, con la garganta desgarrada y completamente drogada, al fin podía dormir con tranquilidad. Por fuera, mi cuerpo cicatrizaba de a poco, veía como todo dejaba de doler con las semanas, pero por dentro, la hemorragia de mi corazón era imposible de detener porque al despertar de aquel descanso tranquilo, con la morfina viajando por mis venas, la pesadilla continuaba. Una y otra vez. Aliana no estaba ahí.

Ali era mi mejor amiga desde los doce años. Era la persona a la que le escribía un mensaje cada segundo que no pasábamos juntas. Ali y yo nos contábamos todo, cada mínimo detalle insignificante de nuestras vidas era compartido. Teníamos una conexión de otras vidas y otros mundos, pero ahora me faltaban órganos y la mitad de mi alma. No creo ser capaz de expresar lo que mi corazón sintió aquellas semanas, el recuerdo se me nubla entre medicación y noches en vela. Solo sé que creí que yo también me moriría, que ese dolor en el pecho no era emocional, me dolía tanto que podría haber estado sufriendo un nuevo infarto cada dos horas. Ojalá hubiera sido un infarto.

---SEIS MESES DESPUÉS DEL ACCIDENTE---

Tardé muchísimo en recuperarme mentalmente, me dejaron semanas en la sala de psiquiatría. Ni siquiera era capaz de mantener conversaciones sin repetir las imágenes de nuestros últimos minutos juntas en mi cabeza. Los doctores me preguntaban por mí, por cómo iba mi espalda, si ya había intentando caminar, pero yo les describí varias veces cómo se sintió su mano aferrada a la mía por última vez, en el momento exacto en el que supimos que nos íbamos a morir.

No quería mejorar. No si el futuro no la tenía a ella.

Dos meses después, seguía en el hospital, me habían soldado varios huesos, las heridas cerraron, aprendí a vivir con un riñón menos, los ovarios se me quedaron en un frasco de formol y las cicatrices eran asquerosas; pero ya nada me dolía mucho. Solo ella. El mundo había seguido adelante sin Aliana. No parecía haber posibilidad de que aquel fuera también el universo donde alguna vez ella existió, pero efectivamente, lo era. Y yo tuve que aceptarlo.