III. Nervous Breakdown

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- ¡Gerard! - Escuché a Mikey gritar mientras me sacudía.

- ¿Ah? - Estaba bastante confundido y mis ojos no se acostumbraban aún a la fuerte luz.

- ¿Qué haces ahí? Luces espantoso - Me restregué los ojos y noté que me había quedado dormido al lado de la ventana, que al menos no había olvidado cerrar, y mi ropa, que constaba de una pantaloneta y una camiseta sencilla estaba llena de tierra junto con mis piernas y mis manos.

- Eh... salí al tejado y me caí - me encogí de hombros y Mikey rodó los ojos. Me ayudó a levantar y me indicó que me fuese a bañar rápidamente.

No me detuve a preguntar por qué él estaba despierto, solo me dirigí rápidamente al baño y limpié la ropa un poco.

- ¿Mejor? - Dije luego de cambiarme. Mikey asintió frenéticamente.

- Tienes suerte de que nuestros padres no hayan venido a mirar - se cruzó de brazos y se dirigió al baño.

Recordé entonces que ese día ya llegaría a la otra casa y me dio un sentimiento extraño de nostalgia, pero a la vez de esperanza, ya que en el otro lugar podría olvidar las cosas malas que me atormentaban cada vez que ingresaba a mi habitación, ya en mi mente vista como un lugar de horror.

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Todo el día transcurrió con normalidad, incluso la clase de música, ya que había llegado sobre el tiempo a la clase y Martin ya estaba, más nuevamente se tradaron por mí y Frank me invitó a sentarme en el parque al lado de la academia con él mientras llegaban por mí.

Me gustaría decir que fue algo fabuloso, más no lo fue, puesto a que estaba hundido en mis pensamientos de la noche anterior. Solo agradecía que mis padres no hubiesen notado nada.

- ¿Qué te sucede? - me había preguntado aquel chico de ojos hermosos varias veces durante nuestra pobre charla.

- Nada, solo estoy preocupado porque me cambiarán de escuela a mí y a mi hermano, ya que nos mudaremos hoy mismo - en parte no era mentira, por lo que no sentí remordimiento al decirle eso.

- ¿Queda cerca a este lugar? - preguntó repentinamente.

- Algo así - respondí y luego le dije por qué calle quedaba la nueva casa.

- No es muy lejos de donde yo vivo - se recostó sobre el césped y agregó - algún día debería llevarte y jugaremos con mi atari toda la tarde - Ese comentario fue lo único bueno del día, podría decir.

- Me encantaría - dije mientras me recostaba junto a él y luego de eso el silencio reinó entre nosotros, más no fue algo incómodo. Podría decir que a pesar de que estaba hundido en mi mente y no tenía nada por decirle al chico, me sentía tranquilo junto a él.

Mi padre supongo que nos divisó desde su auto, ya que se dirigió hacía nosotros y nos miró con desaprobación, más era una imagen graciosa teniendo en cuenta que al estar en el suelo mi padre se veía extremadamente alto y largo.

- Gerard, sube al auto - dijo sin más y me levanté del suelo junto con el más bajo - Nuevamente, gracias por cuidar a mi hijo, creo que se toma muy a pecho las órdenes - no pude descifrar el mensaje detrás ya que su tono de voz fue extremadamente neutro.

- Creo que su hijo es un buen chico - mi progenitor hizo una mueca que Frank ignoró - Más allá de que me hayan pedido supervisarlo, aunque no suelo conversar con mis estudiantes, he logrado convensar con él y me agrada, así que no hace falta que me agradezca, hasta luego señor Way - luego de esto se retiró, no sin antes hacerme una seña de despedida.

Unforgettable [Frerard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora