Confianza

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—No ha terminado.

—No ha terminado.

—No ha terminado.

—No ha terminado.

—Ethan Schoenfield...

—Escucha nuestras voces.

—Te estamos sanando.

— ¡Despierta!
Ethan abrió los ojos de golpe.
Se encontraba en un cuarto de hospital descansando en una no tan cómoda cama.
Tenía los antebrazos vendados, al igual que las piernas y su cabeza.
Traía puesta una camisa de manga corta color roja y un short ligero color negro, notar su atuendo le sorprendió, no solo porque no traía su genial traje negro con capucha, sino porque sabía que esa ropa no le pertenecía, es más, sabía que le pertenecía a David.

— ¿Qué rayos?— susurro para sí mismo.

—Ay, mi amor— escucho la voz de su madre.

Ethan volteo hacia la puerta. Efectivamente, su madre estaba ahí, parecía muy aliviada.
Su madre fue directa a abrazar a su hijo.

—Mamá.

—Oh, me preocupaste mucho, que bueno que estas bien— dijo su madre dándole un fuerte abrazo.

—Ay, no quería preocuparte, mamá— dijo Ethan pensando en lo que había pasado.

—Oh, mi amor, no fue tu culpa, esas cosas... Pasan, no puedes saber cuándo atacará una de esas cosas— dijo su madre hablando de una manera muy amable y comprensiva, lo cual en realidad era raro.

– ¿Qué? – DIJO Ethan al escucharla así.

–Ah... Señora S, la doctora Guerrero quiere hablar con usted– dijo David interrumpiendo desde la puerta.

–Ouh, claro, ahora vuelvo– dijo antes de darle un beso en la frente y salir de la habitación.

Ethan intentó acomodarse, pero sintió ardor en sus brazos al recargarlos en la cama.

David entró a la habitación y cerró la puerta.

– ¿Qué pasó? – Preguntó Ethan a su amigo — ¿Donde... Dónde está mi traje?

—Pues...Primero te desmayaste y como buen amigo, me preocupe y te traje al doctor; obviamente te quité tu raro disfraz de espía antes para no levantar sospechas, por suerte tenía una muda de ropa en el locker que rento.
Los médicos creyeron mi historia de que habías salido mal herido en el repentino ataque de la escuela, así que te atendieron rápido— Explicó David fingiendo un acento elegante —Le llamé a tu mamá y a tu papá para que no se preocuparan por ti, y que bueno que lo hice, porque ellos creen que fuiste a la escuela.

Ethan saco un suspiro y sonrió —Gracias por traerme aquí amigo, te debo una— Dijo aliviado.

—Oh, sí, eso me recuerda— David le dio un fuerte zape a Ethan.

—Oye— se quejó Ethan mirando a su amigo con confusión.

—Que idiota eres. Debiste decirme lo que te estaba pasando. Debiste confiarme en mi— reclamó David poniéndose como la víctima de la situación —Somos mejores amigos, se supone que nos decimos todo, confiamos uno en el otro para cualquier cosa, o al menos así creí que funcionaban las cosas.

—Si confío en ti, sólo que... Creí que mantener mi identidad en secreto sería lo mejor— dijo Ethan algo avergonzado —Pero el descubrió quien soy y todo se arruinó.

—Yo no hablo de la identidad secreta, bueno, en parte si – hizo una pausa para aclarar sus ideas —Debiste hablar conmigo de todo esto antes de intentar hacer esa... Tontería suicida— escupió David.

—No fue suicida. Mi plan era irme de la ciudad, viajar por todo el mundo y hacer que Kun me siguiera, como el antiguo protector hacia— explicó Ethan.

—Sin la máscara— dijo en tono de regaño —En tu rara carta dijiste claramente que no podrías con él sin ella, eso califica como acto suicida, Ethan.

—Está bien, aceptó mi error. Debí decirte todo, lo siento— dijo Ethan —De todas maneras, ya no importa. Perdí la máscara, el me ganó

—No, no es cierto– Dijo David.

—Sí, lo es. No le tomará mucho tiempo encontrarla en ese raro mundo, la máscara es suya— dijo Ethan con decepción y culpa.

—Ay, amigo, tantos años trabajando juntos y aún no entiendes que siempre planeo las cosas antes de hacerlas— dijo David antes de sacar la máscara de su chamarra y lanzársela. Ethan, con mucho asombro la tomó en sus manos.

— ¿Qué?—dijo muy confundido —Pero yo vi...

—Ay, por eso me agradas, no adivinarías ni el final de la película más cliché de la historia— de burló —Era falsa, tenía todo fríamente calculado— dijo David sonriendo.

—No comprendo ¿Cómo lo hiciste?

David sacó un pequeño suspiro de cansancio —Fui a tu casa a buscarte y encontré la máscara escondida en tu armario, la toqué y de inmediato se me vino una idea a la mente, fue como si alguien o algo la pusiera en mi cabeza.
Usé la máscara para hacer una "máscara falsa" y un cañón de camisetas, siempre quise uno. En fin, lo único que tenía que hacer era encontrarte rápido, por suerte la máscara también ayudó en eso. Me llevó hasta ti con su raro sonido y brillo tintineante.

— ¿La Máscara te ayudó a salvarme?— dijo Ethan tratando de entender.

—Sí, es... Una cosa muy rara— dijo David mientras reía —La verdad no quiero tratar de entenderlo. Lo que importa es que estas con vida y que logré convencer a la doctora de que no le dijera a tu mamá de tus... Inusuales heridas en el pecho— dijo David sin poder evitar desviar la vista al pecho de Ethan.

—Espera, si la máscara que lanzaste al portal es falsa, significa que Kun volverá— dijo Ethan borrando la sonrisa que apenas se había formado en su rostro.

Bueno amigos, así termina la primera parte del libro, espero que lo hayan disfrutado (si es que alguien ha estado leyendo esto)
Y que estén ansiosos por ver lo demás que se viene.
Apenas vamos empezando...

Hasta la próxima.

La Máscara Ninjaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن