Capítulo 4

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Las piernas de Minghao no sirven del todo bien, tiemblan y están a punto de desplomarse, él sabe que es cuestión de segundos para que caiga al suelo así que toma apoyo de la pared detrás suyo, Dios, incluso sus manos sudan a pesar de que siente el cuerpo frio. Y Jun solo está ahí, mirándolo con sorpresa mientras que su piel se torna un poco más pálida. Minghao quiere desaparecer de ese lugar solo para no verlo.

No hay nadie más alrededor, solo Jun de pie en la puerta, Minghao tampoco puede escuchar otras voces o pasos, entonces intuye que está solo con Jun. Se pregunta un montón de cosas en ese mismo segundo, cosas que decide descartar porque su cabeza se vacía de un momento a otro. No sabe que pensar y no sabe que hacer. Minghao no sabe nada.

—Jun— Murmura su nombre inconscientemente. ¿Cuánto tiempo estuvo pensándolo? Desde que huyó jamás salió de sus labios hasta ese día, él no lo mencionó a nadie y nadie pudo preguntarle. Entonces ahora se siente extraño, algo que añoró, algo que perdió hace tiempo.

Lo odia, y a pesar de eso no puede contener penosas lágrimas que caen por su rostro. Lo detesta por completo, pero sus piernas pasan de sentirse débiles a casi correr hasta él y chocar contra su cuerpo, sus brazos se envuelven en Jun y su rostro se pierde en su pecho. Es patético, vergonzoso, e incorrecto. Siente los brazos de Jun atrapándolo, protegiéndolo de cualquier mal en el mundo.

Se siente como un chico perdido de quince años.

—Estas bien...— A pesar de que Minghao nunca había olvidado la voz de Jun siente que la extrañó. Tan cálida y para él. —Estás a salvo.

A salvo en los brazos de Jun. Se desmorona ahí mismo, sus piernas fallan pero no cae gracias a Jun quien lo sostiene con fuerza. Se siente tan débil y frágil que cualquier cosa podría romperlo, todo menos Jun. Minghao siempre pensó que había crecido, sin embargo esta vez se siente tan pequeño.

—No me sueltes.— Le ruega cuando Jun intenta apartarlo y ni siquiera él mismo puede creerlo ¿desde cuando se volvió así? Minghao ya no es un chico de quince años, ahora tiene veinte, y tiene un hijo. Un hijo, su Hansol ¿Dónde está su bebé? Se aparta empujando a Jun y clava sus ojos en él. —¿Dónde está Hansol? ¿Qué le hicieron?

—¿Hansol?— Pregunta Jun mientras sostiene a Minghao. —Yo... ¿Quién es Hansol?

—Hansol es...— Titubea dándose un duro golpe con la realidad. Mierda.

—Su hijo.— Escucha una voz conocida y su corazón se detiene. De la nada el terror lo invade. —O eso creo.— Es Hoshi.

—¿está vivo? No imagine que lograrías mantenerlo con vida...

—No...— Niega titubeando siendo incapaz de mirar a Jun a los ojos, sabe que si lo hace su mentira se caerá. —Él es... no es mi hijo.

Jun sonríe un poco y alza la mirada el rostro de Minghao obligándolo a verlo, ellos apenas conectan miradas pero el aire se escapa de sus pulmones, sus piernas regresan a temblar y se maldice a si mismo por no poder resistirse a lo que sea que esté sufriendo.

Es exasperante, Minghao ya no es un niño de quince que se siente impresionado por todo, él ya no debería ver a Junhui tan apuesto casi como si fuera un angel, él debería verlo como ve a cualquier otra persona, sin interés alguno. Nunca nadie en sus veinte años le ha gustado tanto como le gusta Jun, nadie se acerca a su atractivo o al sentimiento que invade a Minghao cada vez que lo ve.

Detesta a Jun. ¿Qué le habrá hecho para que se sienta tan perdido en él?

—¿él tiene cuatro años?— Pregunta Jun con la voz cálida y Minghao asiente. —Hoshi, pregúntale a Joshua donde está el niño.

INMUNDO [JunHao][M-PREG]Where stories live. Discover now