Capítulo 15: Desarrollo

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Christian sintió que ya no podía concentrarse en su trabajo desde que Ramkoff dejó la premesis, por lo que decidió regresar a casa con Ana y Lucía alrededor del mediodía. La peor parte de todo esto fue tener que llamar a Ana para contarle lo que sucedió y por qué regresaba a casa; estaba claramente muy sorprendida de escuchar sobre la repentina aparición de Ramkoff, y le exigió que le contara todo. Christian odiaba tener que contarle toda esa conversación, pero sabía que era algo que ella necesitaba saber, así que le contó todo lo que Ramkoff le dijo, todo menos que él supiera sobre la sala de juegos. Sintió que necesitaba contarle esa parte en persona.

Cuando Christian finalmente llegó a casa alrededor del mediodía, inmediatamente vio a Lucia jugando con sus muñecas en la gran sala con Gail y Ana. Entró desde el vestíbulo y las tres chicas lo miraron. Ana se levantó de inmediato y se acercó a él, con una expresión de ansiedad en su rostro.

"Hola cariño", susurró Ana, y Christian inmediatamente la tomó en sus brazos, buscando su calidez y consuelo. "¿Estás bien?"

Ahora estoy, pensó Christian, aunque no lo dijo en voz alta y abrazó a su esposa con fuerza. "¿Podemos ir a mi oficina? Tengo algo que necesito decirte", dijo en voz baja para que solo ella pudiera escuchar.

Ana asintió en silencio, y los dos subieron las escaleras a su estudio, dejando que Gail viera a Lucia de vuelta en la gran sala.

"Cariño, ¿qué pasa?" Ana preguntó de inmediato una vez que Christian cerró la puerta de la oficina detrás de ellos. "Sé que la apariencia de Ramkoff te molestó, pero el hecho de que vino a tu oficina y básicamente te amenazó podría ser algo bueno, puede ayudar a nuestro caso en su contra cuando este vaya a la corte. ¿No podría?"

"Tal vez... tal vez no", dijo Christian sombríamente. Levantó una mano y comenzó a tirar de su cabello con inquietud. "Ana, él conoce la sala de juegos y mi antiguo estilo de vida".

Ana lo miró por un momento, su boca se abrió ligeramente en estado de shock. "¿Qué?"

Christian suspiró antes de comenzar a contar la parte de su conversación con Ramkoff que no le había contado por teléfono, la parte en la que Ramkoff indicó que de alguna manera sabía sobre la relación pasada de Christian con BDSM. Ana lo escuchó con gran atención, con el ceño fruncido mientras consideraba lo que él decía.

"Debe haber encontrado una manera de romper la seguridad de Escala", afirmó Ana después de pensarlo por un minuto. Ella comenzó a pasear el área frente a su escritorio pensativamente. "O hackeó nuestro circuito cerrado de televisión: esas son las únicas explicaciones de cómo sabría sobre eso".

"Eso, o ha rastreado a una de mis antiguas sumisas y ha conseguido que ella hable con él", dijo Christian, todavía tirando de su cabello.

"¿Cómo podría una de tus antiguas sumisas saber que desmantelamos la sala de juegos?" Ana preguntó razonablemente. "No podrían haberlo sabido... y no es como si uno de nosotros le dijera a alguien sobre la sala de juegos en una conversación informal. Cualquier información que tenga, debe ser de primera mano".

"Correcto", dijo Christian, sacudiendo la cabeza como para aclararlo. Estaba agradecido de que Ana pudiera resolver todo esto lógicamente cuando se sentía demasiado nervioso como para pensar con claridad.

De repente, llamaron a la puerta de la oficina de Christian y Taylor entró. "Señor - señora", dijo antes de cerrar la puerta detrás de él.

"Taylor, por favor dime que tienes algunas respuestas para nosotros", Christian miró a su jefe de seguridad, tratando desesperadamente de controlar su temperamento. "¡Tuvimos una violación de seguridad, y nadie ni siquiera lo sabía!"

This Life Of OursWhere stories live. Discover now