Después de Cincuenta sombras liberadas: Los recién casados Christian y Ana Grey están emocionados de comenzar sus vidas juntos, pero comenzar una familia parece ser lo último en lo que piensan. Sin embargo, encontrarse con un niño de 4 años abandona...
Martes por la mañana, el día en que Christian debía ir a la estación de policía con Carrick y Elliot, comenzó muy temprano. Christian se despertó a eso de las cinco y media de la mañana e, incapaz de volver a dormirse, decidió ir a correr rápidamente con Taylor. Después, se dio una ducha rápida para quitarse el sudor antes de ponerse una camiseta y unos vaqueros y entrar en su oficina para trabajar. No había mucho que necesitara hacer hoy para GEH, pero aún era temprano, y Ana y Lucía no se habían despertado todavía. Necesitaba algo para distraerlo un poco antes de dirigirse a la estación de policía más tarde esa mañana con su hermano y su padre.
Christian no pudo evitar sentirse un poco ansioso al pensar en su viaje a la estación el día de hoy; tendría que traer mucha seguridad adicional, incluso cuando estaban en la estación de policía rodeados de policías. Todavía se sentía como si estuvieran asumiendo un gran riesgo al entrar en esa parte mala de Seattle, pero Christian le había prometido a Elliot que lo haría, por lo que iba a hacerlo.
Él es mi hermano, después de todo.
Christian pensó en su relación con su familia antes de conocer a Ana; su relación con Elliot en particular era bastante diferente desde que se había casado. Nunca se hubiera esforzado por darle apoyo moral a su hermano de esta manera; mientras que honestamente amaba a todos los miembros de su familia, nunca se había sentido realmente cómodo haciendo cosas como esta para ellos. Ser esposo y amante, además de su habitual personalidad de CEO, lo había cambiado realmente como persona. Siempre se había resistido a ese tipo de cambio, considerando su problemático pasado, pero desde que se enamoró, Christian no podía odiar al nuevo él. La vida había mejorado exponencialmente desde que Ana entró en ella.
Y no pudo evitar sentir que había otros aspectos más nuevos en su vida ahora que también estaban empezando a cambiarlo para mejor...
"Toc, toc", Ana se asomó al estudio de Christian, abriendo lentamente la puerta. Christian levantó la vista y sonrió cuando se dio cuenta de que eran Ana y Lucía, esta última agarró con fuerza la mano de Ana cuando ambas entraron en la habitación. Ambas seguían usando sus pijamas, y Christian pensó que se veían absolutamente adorables juntas.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Ana y Lucía en Pijamas - Imagen buscada yutilizada por la autora de la historia-
Hombre, me estoy volviendo loco por las dos...
"¿Puedes decir 'buenos días', cariño?" Ana le preguntó a Lucía dulcemente, caminando hacia la mesa de Christian. Lucía sonrió alegremente.
"Buenos días!" Ella le dijo a Christian, y él y Ana le sonrieron.
"Buenos días, cariño", Christian sonrió y Lucía corrió alrededor de su escritorio para treparse ansiosamente a su regazo. Christian se lo permitió, sintiendo una fuerte sensación de afecto en lo profundo de su pecho mientras la tomaba en sus brazos.
