Dae vio para su sorpresa cómo ese mismo niño de unos seis años entraba entusiasmado detrás de Yoongi, cargando una mochila pequeña en sus hombros.

Sin querer, posó la vista una vez más en el chico de ojos pequeños; analizando sus movimientos, mientras se deshacía de sus zapatos y ayudaba también al pequeño a hacer lo mismo.

El chico, con rasgos definitivamente más maduros que como lo recordaba, llevaba un terno notablemente costoso. Todo en esa casa parecía serlo. Incluso el pijama con la que Daebyul había despertado, que, por cierto, cambió por una camiseta y un pantalón de mezclilla que encontró cerca.

Dae no iba a negarlo, Yoongi seguía pareciéndole guapo. Muy guapo. Y por alguna extraña razón sentía que estaba viviendo un deja-vú, como si todo eso fuera parte de su vida diaria.

—¿Que tal tu día? —preguntó Min sin mirarla a los ojos, demasiado ensimismado en desamarrar las zapatillas del niño a su lado—. ¿Heeyul causó muchos problemas?

Daebyul dudó en responder, pero terminó negando con la cabeza; dando por hecho que la niña entre sus brazos era Heeyul.

La chica miró a la pequeña una vez más y se percató de algo que había intentado negar en cuanto la vio por primera vez: Heeyul, tenía un ligero parecido a ella y Yoongi; aunque con la piel mucho más clara que la suya y los ojos ligeramente más rasgados, justo como los de él.

—Seungjae hizo muchas cosas en la guardería, ¿verdad? —Yoongi dejó ir al niño en cuanto terminó de quitarle su par de zapatillas, ahora disponiéndose a lavarse las manos en la cocina; desapareciendo unos momentos de la vista de Dae.

El pequeño, de inmediato, se acercó a Dae dejando un pequeño beso en su mejilla; sin darle oportunidad de decir o hacer algo. Lo único que atino a hacer fue sonreír con amabilidad, después de todo; no podía simplemente actuar de forma arisca. Además, aunque quisiera ignorarlo, sentía un gran cariño y afecto hacia esos dos niños; pero no estaba segura del porqué.

—Hoy nos enseñaron a sumar números de dos cifras, mamá —contó el niño, aparentemente llamado Seungjae.

—Eso es genial —susurró Dae, temerosa de que se percataran de que algo no andaba bien con ella. No estaba segura de qué más decir, así que fingió mirar detenidamente el rostro de Heeyul aún dormida.

Yoongi volvió en cuestión de segundos y cargó sin mucha dificultad a Seungjae: — Pediré comida china como almuerzo. Ayer la cocinera llamó para decir que no vendría hoy, e imagino que no tuviste mucho tiempo para cocinar entre cuidar a Heeyul y tu trabajo.

Dae frunció el ceño. Sabía que Min le estaba hablando a ella, pero no comprendía lo que estaba diciendo. ¿Trabajo? Pero si Dae apenas iba a la mitad de su carrera...

—¿Heeyulie sigue enferma, papá? —preguntó el niño entre los brazos de Yoongi.

El mayor asintió, comenzando a caminar hacia el pasillo con la mirada atenta de Daebyul sobre él: —Sí, por eso mamá y yo no dormimos bien anoche —se lamentó, respondiendo a la pregunta de Seung.

Dae quería poner pausa al mundo e intentar comprender lo que sucedía. Yoongi acababa de decir que Seungjae era hijo suyo y el niño la había llamado mamá también. Ahora no era uno, sino dos hijos; y Daebyul podía jurar que la noche anterior era soltera e incluso virgen, algo bastante deprimente a su parecer.

Sintió la necesidad de ir tras Yoongi y pedirle explicaciones, además de decirle que ella no tenía hijos. A pesar de que Heeyul también había contradicho esto durante toda la mañana.

Dae se dispuso a seguir a Min, parándose con algo de dificultad; posicionando de manera correcta a Heeyul entre sus brazos e intentando no ser demasiado tosca para no despertarla. Sin querer notó la temperatura ligeramente elevada de la niña y se sintió culpable de no haber tenido más cuidado, pero en su defensa; poco o nada sabía que cuidar niños enfermos, además de no saber que se encontraba mal desde la noche anterior.

Dissociative ;; SUGA - BTSWhere stories live. Discover now