Las veces que pensé en ti, Granger.

30

Abro el cajón que está a un lado de mi cama, busco entre el desorden y logro encontrar el paquete blanco. Agito mi varita y crea una pequeña caja de papel color azul cielo. Meto dentro los pendientes.

Cuando intento volver al gran salón escucho gritos.

—Bueno, pues si no te gusta, ya sabes cuál es la solución ¿no?

—¿A si? —respondió Weasley—. ¿Cuál es?

—La próxima vez que haya un baile, pídeme ser tu pareja antes que ningún otro, ¡y no como último recurso! —caminaste furiosa lejía de el. 

Mi corazón se siente raro. Siento una presión en el pecho. Merlin.  Lo quieres.