Epílogo.

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EPÍLOGO

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EPÍLOGO.


TODAVÍA PUEDO RECORDAR LA PRIMERA VEZ QUE LO EXTRAÑÉ. No sucedió cuando esperé que pasara; no cuando leí la apología en su funeral o guardé su ropa en cajas, ni si quiera cuando dormí en nuestra cama esa primera noche sin su brazo envuelto alrededor de mi. No. Todavía estaba en negación, una parte de mi se aferraba a la desesperada creencia que cuando me despertara a la mañana siguiente, él estaría ahí y que todo hubiera sido una horrible pesadilla. Que estaría a mi lado otra vez, con sus dedos dibujando figuras sobre mi mano y su nariz sobre mi cabello.

Sabía que estaba siendo irracional, pero aún no estaba lista para aceptarlo.

La primera vez que realmente lo extrañé no fue hasta siete meses después de su muerte. Acababa de alimentar a Alya y estaba preparando mi primera taza de café en más de un año. Cuando mis dedos se envolvieron alrededor del cristal frío de la miel... me congelé.

El mundo comenzó a dar vueltas a mi alrededor y sentí que estaba reviviendo todo otra vez, los cuchillos apuñalando mi pecho, el bulto en mi garganta. Mis rodillas se doblaron y resbalé, me caí, me desmoroné sobre el piso de la cocina, todo eso mientras las lágrimas caían de mis ojos.

Miré fijamente el tarro de miel sobre mis temblorosas manos.

Era estúpido, en realidad, porque era lo que él hacía y fue entonces cuando me di cuenta de que nunca más escucharía llamarme "hojuela de miel", ese tonto nombre que siempre pensé era estúpido, pero a la vez, era tan perfecto porque era él quién lo decía, o esa sonrisa maliciosa cada vez que echaba dos cucharadas de miel en mi café en vez de una, como si tal cosa fuera un crimen. Y ahí fue cuando todo comenzó a desmoronarse: todos las cosas que no le pude decir, los momentos que no pudimos vivir, los recuerdos que no se hicieron.

Remus se había ido.

Y no había nada que pudiera hacer para cambiarlo.

Fue un dolor de cabeza que nunca antes había experimentado. Había pensado, quizás ingenuamente, que después de perder a Regulus, James y Sirius, que podría soportar este dolor. Pero Merlín, si que estaba equivocada.

philophobia ━ remus lupin. (2)✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora