━━ ⦗ philophobia! ⦘
❝ y el amor
tampoco fue
temido. ❞
███████████ 𝙚𝙣 𝙙𝙤𝙣𝙙𝙚
remus lupin nunca se respetó así
mismo como ella lo hizo y aquila black
nunca se amó así misma com...
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XII. SNIVELLUS.
PARECÍA TAN MAL SENTIRSE TAN FELIZ en un momento oscuro como este, Lord Voldemort cada vez ganaba más seguidores y una guerra amenazaba con comenzar, pero Remus simplemente no podía evitar sonreír cada vez que una escandalosa risa escapaba de los labios de Aquila; Sirius no podía evitar las sensaciones en su estómago cada que Wilfred sostenía su mano; Aquila no podía evitar sentir que sus rodillas temblaran cada vez que Remus la besaba y Leo simplemente no pudo evitar sentirse eufórico por pasar su primera Navidad con su familia como una sola.
Con una sensación de calidez que no había sentido en años, Aquila miró a su alrededor en la mesa de la cocina en la víspera de Navidad. Sirius entretenía a los gemelos Weasley con detallados relatos de las bromas que los Merodeadores habían hecho en Hogwarts, Wilfred le explicaba a Leo y Hermione cómo funcionaba el Wizengamot, Tonks conversaba con Charlie, la señora Weasley acosaba a su hijo mayor, Ron, Harry y Ginny tenían una acalorada discusión sobre el Quidditch.
Mientras tanto, Remus estaba distraído dibujando formas en sus manos y Aquila se preguntaba si él se daba cuenta de ese viejo hábito. No era que las caricias le molestaran; es más, eran relajantes y reconfortantes.
―Pero espera.―escuchó la voz de Fred hablar, mientras miraba a los tres merodeadores en la habitación.―¿Cómo terminaron perdiendo el mapa?
A esto, tanto Sirius como Remus miraron a Aquila, cuyas mejillas se habían tornado de un tono ligeramente rosado.―Filch atrapó a James, Sirius y Remus cuando caminaban por el castillo una noche.
―Oh, no, no, no.―Sirius dijo, negando con la cabeza.―No nos culparás a nosotros, Lia. ¿Necesito recordarte la razón de por qué merodeábamos a través del castillo a las dos de la mañana?
Aquila lo fulminó con la mirada, pero finalmente respondió.―Está bien, está bien. Ellos estaban tratando de encontrarme... en mi paseo de medianoche.
Remus rió.―¿Tú paseo de medianoche?―dijo alzando las cejas con diversión.―Aquila, estabas nadando desnuda en el Lago negro.
Todos abrieron sus bocas con sorpresa y la expresión de Leo se convirtió en una de horror.―¡Mamá!―exclamó con indignación.
