XVI. Pequeño león.

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XVI. PEQUEÑO LEÓN.




HARRY NO PODÍA RECORDAR LA ÚLTIMA VEZ QUE se sintió tan  contento. Por la tristeza y miseria que sentía después de perder a Sirius, algo milagroso pasó y tres días después de su decimosexto cumpleaños, Dumbledore lo acompañó de regreso a la casa de los Dursley para empacar el resto de sus cosas; ya no estaría al cuidado de su tía y su tío. La despedida no fue muy larga y después de echarle un último vistazo a esa casa en el número cuatro de Privet Drive, sonrió antes de aparecer en su nuevo hogar en Cornwall, Inglaterra.

Era un modesto apartamento de tres habitaciones en un pintoresco edificio victoriano ubicado en un tranquilo vecindario mágico; habían lanzado tantos hechizos protectores sobre el lugar, que Harry podría haber jurado sentir la ondas de magia al atravesar el pórtico de la entrada al apartamento 5C.

La familia de tres que lo estaba esperando en su interior, estaba un poco rota y frágil. El hijo y el padre se veían pálidos y cansados, sus hombros estaban caídos debido a la fatiga que la luna llena les había dejado la noche anterior. Mientras tanto, la madre parecía no haber dormido durante semanas; bajo sus ojos habían grandes bolsas negras y su largo cabello ondulado estaba recogido en un moño desordenado, pero a pesar de todo eso, lo recibieron con grandes sonrisas en sus rostros.

―Bueno,―dijo Dumbledore dando suaves palmaditas sobre el hombro de Harry.―No me entrometeré más en esta bienvenida. Remus, Aquila, es un placer verlos, como siempre. Leo, Harry, los veré a ambos en Hogwarts.―y sin más, se fue, cerrando la puerta detrás de él, permitiendo que la pequeña familia de tres se convirtiera en una pequeña familia de cuatro.

Veinte minutos y una taza de limonada más tarde, Harry se encontró en el vestíbulo del apartamento 5C, junto a su madrina que no dejaba de retorcer sus dedos por los nervios.

―Bueno, Harry.―dijo con una cálida sonrisa.―Aquí está.―caminó hacia una puerta y giró el pomo.

Cuando Harry entró a la habitación, observó que no era de un gran tamaño, era mucho más pequeña que su habitación en Grimmauld Place, pero si era un poco más grande que su habitación en la casa de los Dursley. Las paredes estaban pintadas de un marrón claro, decorada con posters de Gryffindor, fotos de él y sus amigos, que los Weasley y Hermione le debían haber dado y habían tres grandes pancartas de Quidditch; uno era de una Snitch, otra tenía el logo del equipo de Ballycastle Bats y el otro de los Falmouth Falcons.

philophobia ━ remus lupin. (2)✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora