Capítulo 7: La chancha, si mañana no es muy tarde. Codplay, Gravity

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  Apartamento 301:
Agustín ingresó al apartamento, llevaba una sonrisa en el rostro. Había regresado de la terraza en el ascensor, mientras que Tomas lo hacía por las escaleras. Acompañarlo le había parecido demasiado intenso, para la llamada "cita de doctor" que habían tenido.
Camino hasta el sillón, y se dejó caer. Tenía ganas de reír, de pintar el apartamento y borrar los rastros de pintura oscura que se veía allí, quería terminar la carrera de medicina en ese momento, quería escribir un libro, plantar un árbol, y robar la casa de la moneda con un traje de rojo y máscara de Dalí. Se sentía capaz de todo, invencible
Se pasó la mano por la mejilla, recordando el beso que había depositado allí el rubio al despedirse, luego la llevó a su boca. Y en ese momento, dejó de estar bajo los efectos de Tomás, y se dio cuenta de que había besado a un chico, y que le había encantado. El miedo llegó a su cuerpo, pero, no se permitió sentirlo. Los golpes que había sentido de niño, ya no le asustaban. Su padre no tenía forma de enterarse de lo que había pasado, ni de lo que podría llegar a pasar en esas cuatro paredes. Había besado a un chico, y ese chico era increíblemente lindo. Y ya no solo hablaba de lo físico, sino de lo que le había mostrado en esos días. Quería conocerlo más, saber si miraba alguna serie ahora, saber cómo era junto a su sobrina de la cual tanto le había hablado, su color favorito, si tenía mal humor las mañanas, porque le daban miedo los ascensores, como carajo hacía para mantenerse en tan buena forma, quería saber sus recetas en las comidas, quería conocerlo todo de el. Hasta quería conocer su forma física por completo. Sentía que frente a el, tenía uno de los misterios más lindos que alguna vez se planteó resolver.

Las paredes del apartamento podían llegar a considerar que el inquilino se estaba volviendo loco, o peor, le estaba comenzando a gustar alguien.
Saco el celular de su bolsillo, y al desbloquearlo se encontró con la foto del violín, estaba en el perfil de Instagram de su vecino. Agradeció a Rodolfo y Teresita por mudarse. No pudo evitar sonreír más cuando noto el pie de esa foto, claramente dio doble tap sobre esta. Leyó los comentarios que habían en la foto, el rubio le había hablado de Lurdes y Florencia. Y los comentarios de ellas encajaban con la personalidad que su vecino le había dicho que tenían. Del cual no había hablado era Lucas, y el asunto de que Tomás estuviese interesado en la flauta de este le genero un sentimiento desagradable. Pero aun así, el no era nada de Tomás como para ponerse de ese modo. Decidió ignorar esto, y continuar mirando su perfil. Encontró fotos de su sobrina y el sonriendo, con harina en el rostro, otra de unos gatitos, una foto con Lurdes en un baile, y otra con ese tal Lucas. Era un chico lindo, y eso le jodía mucho más. Decidió seguir a su vecino, y salir de su perfil.
Encontró mensajes de Lucía. "Vas a venir, ¿verdad?", "Te juro que lo que pasó con Patricio, fue solo esa vez, el también se siente arrepentido pero no sabe cómo decírtelo. La banda entera te extraña" Y por último, una respuesta a la historia que este había subido. "Vos sos mio, ¿lo sabes no?. No voy a permitir que te vayas con una violinista ni ninguna otra mujer. Nos vemos pronto, pingüino".
Ese lugar ya había escuchado varias veces esa misma palabra, y había estado escrito en post it, cartas y regalos que habían pasado por aquellas paredes. Había sido romántico en aquel momentos, Agustín era el pingüino de Lucía, y Lucía la pingüina de Agustín. Esto se debe a que en un momento de romanticismo de la pareja, la chica le había comentado que estos animales tienen una sola pareja toda la vida, y que si esta falta, se mueren de amor. Aquella palabra a el peli negro le resultaba cínica ahora, pingüino, el ya no era esa maldita ave. Decidió ignorar estos mensajes, y apagar su celular. Mañana tenía que ir al taller, ya que era viernes.
Se dirigió a la cama, e intentó dormir. Claramente no podía hacerlo, si no dejaba de pensar en Tomás. Volvió a encender su celular y a entrar al perfil del chico que no podía sacar de su cabeza. Decidió mandarle un mensaje. Escribió un buenas noches, y lo borro antes de enviar. No eran nada como para que el estuviera mandando esos mensajes. Pensó en el beso que se habían dado, luego el rubio no volvió a besarlo. Y si su vecino se dio cuenta de que en realidad no le atraía, o si le pareció un mal beso. Tal vez había sido por el empujón que el le había dado. El miedo comenzó a invadir su mente. Había pasado una noche cálida, charlado, compartido cervezas, el rubio había tomado su mano más de una vez y tocado música juntos. Pero luego, ninguno dijo nada de volver a encontrarse, ni de besos, ni nada. Eso le asustaba.
Volvió a escribir, pero enseguida borró el mensaje otra vez. En cuanto hizo eso, apareció un escribiendo. Su corazón se detuvo en aquel instante.
"Agustín, no se si es muy rápido esto para vos. No se cuales son tus tiempos, y eso me asusta. Tampoco se si lo de hoy te gustó tanto como a mi, pero me encantaría repetirlo.
Pd: Vi tu escribiendo, ¿qué me ibas a decir?"
Agustín, bloqueo la pantalla del celular al instante, y dejo que este cayera a un costado de su cara. Y volvió a sonreír.
"Buenas noches, eso te iba a escribir. Pero la verdad que tu mensaje superó el mio. Te parece si tenemos una cita posta el sábado?" Agustín envió el mensaje sin pensarlo demasiado, sabía que si lo hacía se iba a arrepentir. Y luego de lo que había ocurrido en la terraza quería ser mucho más impulsivo. Y al leer la respuesta que le envió el vecino, supo que no se iba a arrepentir de lo que había hecho.
"A una cita de médico o cita cita? No me quejo si respondes como la de médico y se parece a la de esta noche."
"El sábado paso por tu apartamento al mediodía, es una cita cita. Prepara galletas por favor"
"Lo estaré esperando, caballero"
"Nos vemos el sábado. Buenas noches, caballero" Presiono enviar, mañana tenía que trabajar. Lo mejor era acostarse a dormir. 

Agustín y Tomás; entre notas y paredesWhere stories live. Discover now