𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍𝐅𝐈𝐑𝐄 │❛¿Alguna vez has intentado enfadar a un dragón? Son capaces de reducirte a cenizas con su fuego.❜
❛ 𝗧𝗛𝗘 𝗙𝗔𝗟𝗟𝗘𝗡 𝗟𝗘𝗚𝗘𝗡𝗗𝗦 𝗨𝗡𝗜𝗩𝗘𝗥𝗦𝗘. ❜
✧ A Song of Ice and Fire Fanfiction.
━ Rhaegar Targaryen x Fem! OC.
✧ R...
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04 | EL PRINCIPIO DEL FIN.
King's landing, 277 d.C.
Los días en la fortaleza roja eran insólitos sin la intimidante presencia del rey Aerys. En el salón del trono ya no se escuchaban los gritos usuales, sino una voz férrea. La imagen del príncipe de Dragonstone sentado en aquel monstruoso asiento forjado por Aegon el Consquistador y Balerion era agradable de mirar, digno y admirable, todo lo que un rey debería ser.
A su lado, la princesa Vaelys suspiró por quinta vez en un corto lapso de tiempo, apretando con fuerza el reposabrazos de la silla que habían colocado para ella a petición de Rhaegar. Dos de sus damas de compañía que estaban de pie junto a ella tocaron sus hombros con delicadeza para recordarle guardar apariencias.
Esta reunión la aburría, demasiados asuntos políticos que no entendía por completo. Nunca antes estar el Salón del Trono le pareció tan agotante a la joven y deseaba salir de ese lugar, lo cual era imposible: no podía dejar a su hermano solo, dijo su madre. Desde que su padre fue hecho prisionero casi seis lunas atrás por lord Darklyn, en su ausencia la responsabilidad del reino recayó en él, siendo asesorado y aconsejado por Tywin Lannister en todo momento, algo con lo que Vaelys no estaba conforme por completo.
Sólo había podido ver a su hermano en escasas ocasiones, la Mano del Rey siempre lo tenía atareado con documentos y ella estaba ocupada con sus lecciones con la Septa, por ello existían días en los que ni siquiera coincidían en los pasillos. Especialmente, no le agradaba Tywin porque sentía que estaba postergando el rescate de su padre por alguna razón... la cual sospechaba que era una especie de venganza por la ofensa del dragón en aquel banquete.
En cuanto al resto de la familia real, la reina Rhaella abandonó el Torreón de Maegor, luego de años encerrada, y se encargó de cuidar al príncipe Viserys. Cuando se enteró de la noticia de lo que sucedió con su marido le fue imposible no sentirse aliviada y para prevenir levantar sospechas de su comportamiento calmo, todos los días al amanecer acompañaba a su hija al Septo de Baelor a rezarle a los dioses por el retorno del rey, aunque ambas muy en su interior sabía que la mayor pedía todo lo contrario a eso. La menor no la culpaba por ello, su señor padre sólo le dio malos tratos que jamás mereció y una vida llena de infelicidad; la propia Vaelys también había rogado a las deidades que se lo llevaran por eso. Que no volviera con vida.
Era un pecado atentar contra su propia sangre, se iría a los Siete Infiernos por quererlo muerto. Vaelys lo había amado una vez, lo admiró y respetó como una hija debe a su padre; durante años Aerys fue el hombre que ella quería que la rescatara de la torre... hasta que entendió que él mismo no iba a sacarla de aquel encierro en que la puso.
