Circus; Welcome To The Show. [Yandere & Tu]

Capítulo 1: Años después.

— ¡Muchas gracias, señoras y señores! ¡Fue un placer que hayan disfrutado de nuestro show!

El público grito con euforia, no pude evitar sonreír. Los estaba observando detrás de un telón, el show fue todo un éxito.

— ¡Si quieren disfrutar más de nuestros espectáculos, estaremos aquí hasta la otra semana! Los show's son los viernes y sábados, a las nueve y media hasta las once de las noche, ¡Buenas noches, y hasta luego! —mi padre se despidió, y se quito el sombrero, haciendo una referencia al público. Estos en cambio, gritaron con más emoción y sus aplausos se hicieron más fuertes. ¡Nunca antes habíamos tenido tanto éxito!

— Buen espectáculo, niña —alguien tocó mi hombro. Gire, y ví a mi hermano mayor a mi lado, este me sonrió.

— Lo sé, yo fui la que tuvo más aplausos —sonreí de manera burlona.

— Eso ni tu te la crees.

Mi hermano y yo trabajábamos con mi padre en el circo, solo éramos nosotros tres y los demas trabajadores. Grayson, mi hermano mayor, era uno de los artistas de este circo, y probablemente uno de los más amados por el público femenino, ya saben, por esos pectorales y musculos que enamoran a cualquier mujer. Sí, debo aceptar que mi hermano estaba muy guapo.

Pero, ¡yo también hago cosas! Aunque, bueno, no tengo tantos admiradores como lo tienen mi padre, mi hermano y los demás artistas. No lo entiendo, yo doy lo mejor de mi en cada show. ¿Creen que cantar no es tan sorprendente como espectáculo?  Digo, el público solo me aplaude cuando acabo con una canción, sin embargo, cuando mi hermano acaba con sus acrobacias o con el trapecio, el público por poco no le arroja rosas, ¡hasta una chica le arrojó su sostén! Ugh.

— ¡Hola! ¿Puedo quitarme una foto contigo? —una muchacha de aproximadamente catorce años se acercó a mi hermano. ¿Como rayos entró aquí? ¡El show estaba allá!

— Claro —él en cambio sonrió. La niña solto un chillido emocionada y saco su celular. Ella debía estar de puntitas para que al menos su cabeza pueda salir en la selfie, no sabia si mi hermano era muy alto o sus fans eran muy enanas.

— ¡Muchas gracias! ¡Eres mi ídolo, te amo!

¿Hola? Yo también existo. Estoy en frente de ti, niña, ¿no me vas a pedir un autógrafo al menos?

— De nada, bonita —Grayson le regalo una dulce sonrisa, y la chica se fue contenta de allí, probablemente ira a presumir su foto con "el gran Grayson" en sus redes sociales, ¿que como lo sé? Mi hermano siempre me lo restregaba en la cara todos los mensajes que le dejan sus fans, ¿y a mi? Ni el borracho de la esquina sabe de mi existencia.

— Fan número treinta —alardeo con una sonrisa orgullosa. Rode los ojos, él disfrutaba molestarme con eso.

— ¡Cállate! Ya vas a ver que luego de una semana tendré a miles de chicos a mis pies, suplicando por un autógrafo mío —me cruce de brazos.

— ¿Eso es una apuesta, señorita? —me miró con una sonrisa divertida.

— ¿Y tu que crees, adoptado? —igualmente sonreí.

— Tu eres la adoptada. Y si, vamos a apostar, si ganas y tienes al menos... —se puso a pensar unos momentos— veinte fans en una semana, yo perderé y seré tu esclavo por tres días.

— Suena una propuesta interesante —levanté una ceja.

— Pero, si yo gano —me miro malicioso. Oh, rayos— Tu harás todo lo que yo diga por tres días.

— Eso no es una buena propuesta —trague saliva.

— ¿Y que dices? ¿Aceptas el reto o tienes miedo de perder contra mi? —acercó su mano hacia mí.