Circus; Welcome To The Show. [Yandere & Tu]

Capítulo 5: Extraño.

Han pasado varias semanas desde aquél extraño incidente, definitivamente, nunca había tenido una experiencia tan extrema como esa. No lo volví a ver, y las pesadillas acabaron desde esa noche, todo volvió a la normalidad. ¿Qué ha pasado realmente? Estaba tan confundida y necesitaba respuestas, ¿Quién demonios era él? ¿Y por qué sabía mi nombre?

La punta de mi lápiz se rompió al presionarlo con fuerza contra mi libreta, cerré los ojos y largue un pesado suspiro, otra vez estaba pensando en eso y no hacía lo que debía. Dentro de unos días empezará nuestra primera función en esta ciudad, y yo aún no estaba lista. No lograba escribir ninguna canción, quizá esta vez no voy a presentarme en el show, de todos modos no creo que a nadie le importe, mi presentación y número en el circo no es el más impresionante, probablemente el público no notará que no estaré ahí ese día.

Y tampoco me interesa ganar esa estúpida apuesta con mi hermano, ya perdí las esperanzas sinceramente, no creo que sea tan malo el castigo. De todas formas, creo que solo necesitaba un pequeño descanso, sí, tal vez eso.

- Bien, pensar mucho es cansador -coloqué mi libreta y lápiz en la encimera al lado de mi cama y me eché para atrás, cayendo por mi suave y cómodo colchón. Oh cama, como te quiero.

Lentamente iba cerrando mis ojos, los rayos del sol y la brisa del viento entraban por la ventana que se encontraba en frente mío, mis músculos dejaron de estar tan tensos y mis párpados pesaban mucho. Estaba tan relajada que poco a poco iba cayendo dormida, olvidando todo lo de mi alrededor.

[...]

- Oye, despierta -escuché un suave susurro mientras movían mi hombro. Al instante, abrí los ojos y sentí como si me hubieran dado una descarga eléctrica por todo el cuerpo, me sobresalte de la cama y observé a todas partes de la habitación, exaltada. Esperaba encontrarme en una otra dimensión o en unos de esos sueños horribles que parecen muy reales, pero simplemente estaba... en la habitación.

Y con un Grayson mirándome con mucha confusión.

- Diablos, últimamente actúas raro y debo decir que ya me das miedo.

No respondí nada, mi mirada fue directo al reloj de la habitación, eran las seis de la tarde, no había pasado mucho tiempo desde que tomé esa pequeña siesta.

- Déjame descansar -refunfuñe y nuevamente me acomode en la cama, dando la espalda a mi hermano mientras me cubría con las sábanas.

- ¿Qué? ¿Acaso no piensas prepararte para la función? Además, ¡Mira todo este desastre! -dijo refiriéndose a la basura y miles de papeles con letras de canciones escritas, obviamente completamente arrugados y esparcidos por todo el suelo. Ninguno me convenció.

- Así es, esos fueron todos mis intentos pero como ves, terminaron en fracaso.

- ¡Ay, no puede ser! -sentí como las sábanas se deslizaron con fuerza desarropándome, y una fría corriente de viento pasaba por todo mi cuerpo. Giré rápidamente, observando a Grayson de mala manera.

- ¡Hey!

- Escucha, viajamos casi un día para llegar a esta ciudad y presentar el espectáculo, todos están ensayando, trabajando duro y haciendo el mejor esfuerzo posible para el día de la función esperando sacar sonrisas al publico y que salgan del circo fascinados, no hicimos todo ese viaje para nada. Y en cambio tu, ¿te quedaras aquí, rendida y sin hacer nada solamente porque tienes un bloqueo mental?

Me dediqué a asentir con la cabeza. Grayson soltó un bufido.

- Ya no estas en la primaria para ausentarte fácilmente un día por algo mínimo, sabes que esto tendrá consecuencias, y con eso quiero decir que papá no estará muy feliz contigo.