Cuadragésimo octavo acto

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XLVIII.

Había un placer escondido en partirle la cara a un Grafiel. Patrick lo descubrió apenas su puño conectó contra el rostro de Jared. Un solo golpe bastó para dejarlo tirado en el suelo, pero Patrick no se iba a conformar con solo uno. Se puso encima de él y el siguiente golpe cayó directo en la nariz. Quizás fue el más placentero porque cuando retiró el puño este tenía sangre en los nudillos. El tercer golpe terminó a la altura del ojo. Los presentes tardaron esos tres golpes en reaccionar. Entre Jake, Mike y Tom lo separaron, pero no impidió permitir darle una patada a Jared que lo dejó con las manos alrededor de su estómago.

—¡Patrick, te has vuelto loco! —gritó Jean quien se arrodillaba al lado de Jared.

Patrick le miró dolido, porque a pesar de todo lo cabrón que había sido Jared lo había soportado porque creía que podía confiar en él. Apartó la mirada de Jean y al volver a fijarse en Jared solo quiso seguirle partiendo la cara. Intentó abalanzarse contra él. Casi se le escapa a sus compañeros quienes habían aflojado el agarre.

—¡Cálmate, Patrick! —suplicó Jake.

Patrick forcejó hasta que de pronto tenía a Neil enfrente.

—¡Por todos los cielos! ¡Te dije que no hicieras ninguna estupidez, Pat! ¡Ahora cálmate!

—¡No voy a calmarme! Tú sabes...

—¡Lo sé! Al menos deja que se defiendan —lo cortó Neil molesto—. Deja que me encargue de esto ¿de acuerdo? Si no fuera por mí no tendrías este problema.

—Pero...

—Yo me encargo —le dijo Neil con seguridad—. Ahora cálmate. No me hagas pedirles que te metan a una ducha para ver si así te calmas.

Patrick le miró furioso, pero dejó de forcejar con sus compañeros que aún le tenían bien sujeto—Bien. Habla si quieres. Total ya me desquité un poco.

—¡¿Alguien podría decirme que está pasado?! —exclamó Jared aún aturdido.

Neil respiró profundo antes de girarse para enfrentar a Jared quien sangraba de la ceja y la nariz. La verdad si no supiera que era más probable que terminase con un dedo fracturado por no saber pegar, él también le daría su buen golpe a Jared.

—Pasa que ya descubrimos que nos has mintiendo a todos —dijo Neil molesto.

—¿De qué hablas? Jamás les he mentido —dijo Jared molesto intentando parar la hemorragia nasal—. Deberían estarme ayudando a parar esta hemorragia en lugar de estarme acusando.

—Neil ¿qué sucede? —preguntó Carl.

—Sucede que Jared no es quien dice ser. ¿Creíste que nunca íbamos a averiguar que tu apellido no es Clinf?

—Oficialmente están locos. Mira mis documentos...

—¿Entonces niegas que el de esta fotografía eres tú? —dijo Neil enseñándole su celular— ¿Tienes un gemelo perdido que se llama Jared Grafiel?

Jared había estado furioso hasta ese momento. Su expresión cambió por completo. Neil no sabía si estaba pálido a causa de sus palabras o porque la hemorragia seguía.

—Te dije que cuando se enteraran desearías haberlo dicho antes —dijo Jean con resignación.

—¿Entonces tú sabías? —preguntó Patrick dolido.

—Claro que sabía. De acuerdo, haremos esto. Necesito que me den diez minutos para curar a Jared. Luego volveremos y hablaremos.

—¿En verdad crees que soy tan estúpido como para dejarlos irse de este vestidor? —preguntó molesto Patrick.

Los títeres rebeldesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora