Un Hawaiano no tan hawaiano

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Antes de bajar del avión y conocer a Daniel Chase, me había imaginado a un tipo con ropa hawaiana, lentes de sol y relajado, algo así como Poseidón, nunca me había imaginado al tipo que a pesar de que me sonreía con cariño, vestía un traje formal que contrastaba fuertemente con todos los que estaban aquí en el aeropuerto. Daniel Chase se miraba rudo y por alguna razón la palabra G-man me vino a la mente, era más bajo que Seeley, cabello rubio y ojos verdes, con pecas en la cara, que a pesar de casi no notarse daban un aire juvenil, su cara me recordó a la tía Natalie, suponía que algunos genes compartían

- Pero mira nada más como ha crecido la pequeña Ann... - se acercó a mí y quedamos frente a frente, lentamente me fundió en un abrazo agradable y sin saber porque, me vi a mi misma correspondiendo ese abrazo, era extraño, yo no recordaba a este sujeto, mas sin embargo descubrí que abrazar a Danny no era incomodo, al contrario era tan reconfortante que daba miedo. Nos separamos lentamente y al observar al rostro el me sonrió, se hizo a un lado y llamó a una pequeña niña de la edad Eddie más o menos, la pequeña era adorable, una combinación de cabello rubio, piel blanca y extraños ojos color violeta, una pequeña encantadora. Danny la acercó a mí y nos presentó

- Annabeth, ella es mi hija Lilian Chase- Danny me sonrió y le devolví la sonrisa, observó a su hija mientras ella lo observaba a él con una expresión de felicidad en su rostro- Lili, ella es Annabeth, tu tía- la niña me miró y se acercó a mí, le sonreí sinceramente y ella tomó mi mano

- Hola Tía, ¿a ti te gustan los leones?, porque a mí me gustan mucho, el otro día mi padre me dijo que me llevaría al zoológico pero ya no pudo por el trabajo, si quieres podemos ir, yo te llevo- la pequeña siguió parloteando mientras Eddi se acercaba tímidamente, en cuanto Lili lo noto corrió a abrazarlo- ¡Eddie!, oye, oye, ¿te gustan los leones?, la tía Ann y yo iremos al zoológico, seguro te diviertes si vamos- la pequeña siguió hablando con Edd mientras Danny me observaba con una expresión de disculpa, yo solo le hice un gesto de que no se preocupara, a fin de cuentas, a mi también me gustaban los leones y jamás ido a un zoológico...

Memorias de una ChaseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora