El chico se subió a la camioneta y se despidió con la mano antes de echar marcha atrás y desaparecer entre los árboles.

- Déjame adivinar - Dani miró a la peliazulada con una ceja levantada - el papá de Ernesto es el dueño.

- ¡Bingo! - Poché soltó una carcajada - Tenía una reunión porque es parte de la administración, por eso vinimos aquí, no porque realmente quisiera que viniéramos.

- Para tener tanto dinero no parece un chico muy feliz - Natalia no pudo evitar comentar.

- Ahí te das cuenta de que el dinero no compra la felicidad - Poché encogió los hombros - pero bueno, ¿Carreras o qué?

De los 4 solo Daniela sabía esquiar, así que mientras ella recorría las pistas más complicadas, Pipe, Natalia y Poché se carcajeaban cada vez que alguno terminaba en el piso.

- ¡Esto es imposible!

Los esquís de Felipe se cruzaban en la parte de adelante e inmediatamente lo enviaban al suelo. Por más que el instructor le repetía que no debían sobreponerse, igual siempre acababa pasando eso.

- Prefiero una guerra de bolas de nieve - el chico se quejó luego de caer nuevamente.

Natalia lograba mantener los esquís separados, pero cada vez que sentía que la velocidad aumentaba se tiraba al piso porque le daba miedo no poder frenar.

Por su parte, Poché mantenía los esquís juntitos de las puntas para ir tan lento como le era posible.

- María José, abre un poco la punta - el instructor le recomendó - si sientes que vas muy rápido aplicas "la Nati" y te tiras.

- ¡Oye! - Natalia soltó una carcajada y le lanzó una bola de nieve.

Después de casi una hora y muchas caídas, los chicos decidieron que la mejor opción para ellos era solo caminar, así que fueron a buscar raquetas para los pies y comenzaron a recorrer los alrededores mientras Calle terminaba de bajar por una de las pistas.

El paisaje se extendía por una cantidad de kilómetros incalculable y a Poché le costaba trabajo creer que estar ahí no era un sueño. Cuando conoció a Calle jamás pensó que en un par de meses estaría recorriendo el mundo con ella y sus mejores amigos.

- Este lugar es irreal - Natalia se detuvo y tomó un par de fotos - a ver, pónganse al lado de ese pino.

Felipe tomó a Poché por la cintura y ambos sonrieron hasta que Nati les pidió que hicieran otra cara.

- ¡Listo! - la chica se acercó a ellos - Miren.

- ¡Qué linda! - María José sonrió al ver la imagen en la pantalla.

- Voy a ir a tomar una foto de ese árbol de allá - Natalia les apuntó un tronco a un par de metros - espérenme aquí, no planeo perderme y terminar devorada por criaturas tenebrosas.

- Exagerada - Felipe la empujó con cuidado - aquí te esperamos.

Nati empezó a adentrarse en el bosque y Pipe se dio media vuelta para quedar frente a Poché.

VAS A QUEDARTE || CACHÉWhere stories live. Discover now