~ Alzo mi espada ~

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Meliodas sacó su espada, seguido de Gowther, y Elaine.

-¿Vas a luchar Elaine?-

Le preguntaba Meliodas al verla sacar la espada.

-Si debo ayudar a Ban.-

Elizabeth se había mantenido callada, no conocía a Elaine, pero podía darse cuenta que ella se preocupaba mucho por Ban.

Caminaron los cuatro con cautela por el pasillo tratando de ir directo a la sala de juntas.

Meliodas iba a la delantera, detrás de él Gowther, Elaine y de último Elizabeth.

Se mantenían todos alertas, hasta que un caballero los encontró, Meliodas lo hirió con la espada antes de que el pueda decir algo, Gowther le clavó su espada en el cuello y continuaron caminando.

Habían avanzado sin ningún problema, hasta que los gritos de algunas Caballeros decían que habian matado a uno de los suyos dentro del palacio.

Meliodas gruñó, ya se habían dado cuenta de su presencia, faltaba tan solo unos metros para llegar a la sala de juntas, así que no tenía caso ocultarse más.

Hizo una señal con la mano a Gowther y el asintió, los dos salieron y comenzaron a atacar a quien se interponía en sus camino, pronto una matanza se llevaba a cabo, Elizabeth veía con mucho nerviosismo aquella escena, aún no se acostumbraba a ver ese tipo de peleas.

Elaine la tomó de la mano y la jaló hacia delante para avanzar más hacia aquella sala de juntas.

Elizabeth la siguió, caminaron rápido y al llegar a la entrada de la sala dos caballeros custodiaban la entrada, Elaine notó que estaban por avizar a los que se encontraban dentro de su presencia y corrió rápido hacia ellos, clavó su espada a uno directo al corazón, y al otro en el cuello.

Fue tan rápido que Elizabeth sólo logró verlos caer muertos al piso.

Elaine los movió hacia la izquierda con la ayuda de Elizabeth, ahora el camino estaba despejado, ella podía entrar a aquella sala de juntas y encontraría a sus dos primos traidores.

Pero aún no había reunido el valor suficiente para enfrentarlos, comenzaba a temblar de miedo.

Elaine la tomó de la mano nuevamente y ella la miró.

-Elizabeth tu eres la reina, todo esto que haces es tu deber, nadie te juzgará, tienes que recuperar lo que te pertenece, confía en ti misma así como todos los que te apoyamos confiamos en ti, ¿Crees que yo o Ban, Harlequin o Gowther peleamos solo porque si?-

Elizabeth dejó caer un par de lágrimas, no había pensado en el esfuerzo que todos hacían por ella, solo había pensado en su miedo y nerviosismo.

Limpió sus lágrimas y abrazo cálidamente a Elaine.

-Gracias, me has dado mucha fortaleza.-


Elaine correspondió su abrazo, se separó de ella y le sonrió.

-No me presenté que grosera. Soy Elaine Farias, hermana menor de Harlequin y prometida de Ban, es un gusto y un honor pelear a su lado reina Elizabeth.-

Esto último lo dijo con una pequeña reverencia con la cabeza hacia ella.

Elizabeth sonrió.

Respiró hondo y profundo, alzó su mirada muy segura de sí misma, y sacó su espada, giro la perilla y se dejó ver adentro de aquella sala.

Los presentes miraron hacia ella, todos estaban estupefactos, sorprendidos de verla con ese atuendo y sosteniendo una espada.


-¡Prima Elizabeth! ¿Qué haces aquí?-

Preguntaba Louis mientras se ponía de pie

Elizabeth lo apunto con su espada con una gran seña de molestia.

-Reina Elizabeth para ti, no te atrevas a volver a decirme prima, ustedes ya han cortado ese lazo al hacer esto.¿ Que pensaban? ¿Que me iría y aceptaría que reinaran? ¿Que sería una cobarde y no lucharía? Están muy equivocados, les sugiero que no hagan ningun movimiento o mi espada les atravesará.-

Todos estaban helados al oír las palabras tan frías y crueles de Elizabeth, ¿Como una chica dulce y tierna decía eso?

Sabían que no tenían otra opción, pero Harry se arriesgo a tomar una espada de ahí y se abalanzó contra ella.

Elizabeth detuvo el ataque fácilmente y lo desarmó.

La espada cayó al suelo haciendo que éste retroceda del susto.

Elizabeth corto parte de su traje haciendo que éste se asustara aún más.

-Dije que nadie se mueva.-

Era claro que ella mataría sin dudar.


-Elaine, sogas.-

Hablo decidida hacia la chica rubia que estaba detrás de ella.

Elaine saco unas sogas de su bolso del traje de sirvienta y se acercó a Harry, quien yacía en el suelo asustado y lo amarró de manos.

Louis aún sentado también fue amarrado.

Los demás ahí en la sala era Liz, y dos personas más quienes eran unos duques que Elizabeth había reconocido, ellos estaban en contra de que ella reinará, así que supuso que estaban de lado de sus traídores primos.

-Ustedes recibirán su castigo también, esto que hicieron es una grave traición a su reino, su nación, así que Elaine, amarralos también.-

Ninguno puso objeción ni intentaron huir, le tenían mucho miedo a la mirada llena de rabia y coraje de Elizabeth.

Los cuatro estaban sometidos ya, Liz se posicionó junto a Elizabeth.

Meliodas llegó a la sala de juntas, observó a los dos guardias muertos en la entrada con el charco de sangre a su alrededor, a los miembros de la familia de ella que la habían traicionado y dos duques más amarrados.


Miro a Elizabeth, se encontraba llena de furia y determinación.

Caminó lentamente hacia a ella y cuando estuvo a su lado la tomó de la mano .


-¿Lista para recuperar tu corona?-

Elizabeth escuchó la voz de su rubio y lo miro rápido, su mirada ahora era tranquila, asintió y lo abrazó fugazmente.

Gowther tomo a los dos duques y los hizo caminar hacia el balcón donde Elizabeth daba sus conferencias al pueblo, seguido de sus primos a quienes Meliodas llevaba, Elaine fue por Elena, quien recién despertaba, caminaba algo adormilada aún


Ya en el balcón, Elizabeth salió y tocó la campana que estaba ahí.

Todos dejaron de luchar y miraron hacia ella, muchos tiraron sus espadas otros cuántos querían huir, pero los caballeros de Liz no lo permitieron.

Elizabeth mostraba a los traidores y los hizo arrodillarse frente a todos.

-El precio de una traición es muy alto, y aún no decidiré que hacer, porque mi corte real y yo buscaremos el peor de los castigos, todos los caballeros que estaban de lado de los traidores también recibirán su castigo, por ahora todos irán al calabozo, quien se oponga será asesinado.-


Los caballeros de lado de Elizabeth gritaban de emoción, habían ganado aquella batalla y ella había recuperado su trono.

Ahora sólo faltaba que decida que castigo merecían aquellos traidores.

~ Leal a ti ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora