Capitulo 17

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- ¿Por eso me contaste la verdad? ¿para asegurarte de que no volviera a pasar nada entre el y yo? - le pregunta serio, ahora mas calmado, sin embargo la idea de ver a Tiffany besando a Ryan era algo que no le gustaba ni imaginar.

- ¡no! - le dice ella y le da un fuerte abrazo - ¡por dios claro que no! - frota su mano en su espalda - no quería verte mas así, y creo que mas que yo tu necesitabas saber que era lo que estaba pasando. Yo bese a Max, y tu besaste a Ryan.

El se separa y la mira fijo poniendo cara de extrañado.

- ¿como?

- Max puede sentir a Ryan, puede verlo, escucharlo, sentirlo, cada vez que esto ocurre su cuerpo reacciona a sus emociones, el día que te beso Ryan estaba cerca, tan cerca que su cuerpo recordó todas las emociones que sentía cada vez que estaba contigo, por eso Max no pudo hacer nada para detener las ganas de besarte, de abrazarte, y estoy segura que pudo llegar mas lejos si Max no se hubiera apartado. El otro día volvió a ocurrir pero esta vez con su madre, de repente Max sintió unas ganas incontrolables de besarla, de decirle lo mucho que la quería, tanto que lo hizo, se aferro a sus brazos como bien lo hubiera echo Ryan si estuviera dentro de su cuerpo. Pero cuando me beso a mi, cuando me dijo todas esas cosas o cuando se comporta como un autentico capullo es Max Robinson, no es Ryan.

El chico parecía estar volviéndose loco con toda aquella información que parecía de película, por mas que escuchaba todo aquello una y otra vez le parecía increíble que estuviera pasando. Al fin logro calmarse y meditar todo lo que estaba ocurriendo.

Al siguiente día el móvil de Ryan había amanecido sin batería, era bastante temprano cuando salió a correr como cada mañana y a su regreso su madre aun dormía, había olvidado que era su día libre, Mery era una mujer fantástica, la madre que cualquier chico desearía tener, y aunque no estuviera Ryan cerca para hacerle sentir aquellas sensaciones en aquel momento Max quiso tener un detalle con ella, así que preparo un delicioso desayuno que dejaría encima de la mesa con una pequeña nota que decía: ''me voy a clases, ten un buen día, Ryan''

Cuando Mery despertó y fue a la cocina encontró una bandeja con tortitas, café y zumo de naranja, debajo del vaso de cristal con el zumo exprimido encontró un pequeño papel de color amarillo con la nota escrita, cuando la leyó el vaso de zumo cayo de un golpe al suelo, como si se hubiera dado un susto de muerte, como si hubiera visto un fantasma. Ryan nunca se imagino que aquel día las cosas iban a tomar un rumbo diferente.

El joven tranquilo llego a la Universidad donde se encontró con Tiffany, caminaron juntos hasta la cafetería donde se sentaron en el rincón de siempre.

- ayer estuvo Allen en casa - le dijo ella mientras daba un sorbo al café.

- puedo imaginarlo, salió como un loco de mi casa. ¿Le explicaste todo?

- si, ahora parece que esta mas tranquilo.

- me estoy empezando a desesperar - el joven cruza los brazos encima de la mesa y apoya en ellos la cabeza - ya no se que hacer, ni que pensar. No paro de darle vueltas al asunto, no imagino como lograr que las cosas vuelvan hacer como antes.

- necesitamos encontrar ayuda - asegura ella.

- necesito volver a proyectarme astralmente, necesito ver a Ryan, necesito hablar con el, que el me explique que es lo que puedo hacer.

- cuenta conmigo - le dice ella apretándole el brazo, así, de la misma manera en que se lo hacía a su amigo cuando necesitaba de ella.

Mery estaba sentada en su puesto en el sofá, parecía que llevaba tiempo así, en aquella misma posición cuando sujetando la nota con sus manos, el joven entro y la saludo como de costumbre y ella no tardo en preguntarle.

El chico de la calle de atrásWhere stories live. Discover now