़ ℭ𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 3 ़़

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En otra perspectiva de esta historia, los padres de Isabella fueron atacados al llegar a lo más profundo del bosque. Sin saberlo, habían caído en una trampa. Un grupo de hombres hizo el trabajo sucio sin importar, o sin saber que la familia estaba incompleta.

Jack.

Miré a ambos lados. Toqué mi mejilla y la sangre corrió de ella. Volteé a verla, estaba aterrada bajo la sombra de aquel árbol, al mirarme, tembló. 

Suspiré agitado luego de ver al último lobo alejarse de la zona, miré a quién yacía en el suelo.
Ella limpió las lágrimas que brotaron de sus ojos. Sus temblorosas manos abrazaron su pecho.

Pasó un rato, ya mis heridas estaban curadas cuando comencé a hacerle una curación en su delicado rostro.

--- ¿Dónde estamos?--- Murmuró--- ¿Estamos en el bosque todavía? Aún estoy aturdida.

--- Es porque te di un analgésico herbal. Te aliviará el dolor.

--- ¿Quién eres?--- Preguntó--- ¿Eres como un espíritu que vive en el bosque?

--- Algo así, supongo--- Respondí.

Miré sus ojos, eran de un azul tan claro y tan hermoso. Los más bellos que había visto.

Sonrió levemente--- Hace un rato, cuando los lobos iban a atacarme, oré al cielo. Deben haber oído mis plegarias. Recé para que alguien me rescatara. Gracias, muchas gracias.

--- ¡Isabella! ¡Joven Isabella Arendelle!--- Se escuchó a lo lejos.

--- Me iré. De ahora en adelante, no camines sola en el bosque. No puedo aparecer cada que rezas.

Me levanté y corrí unos cuantos metros, volteé a mirarla una última vez. Nuestras miradas chocaron unos segundos que parecieron eternos. Decidí irme.

--- ¡Joven Isabella!--- Se volvió a escuchar--- ¡Por acá!--- Gritó el policía--- Eres Isabella Arendelle, ¿verdad?

--- Sí...--- Contestó ella. Trató de levantarse.

El guardia sonrió mirando a sus compañeros. Con ayuda, la levantaron y cargaron.

--- Pero, ¿dónde están mis padres?

Jack.

Con la aguja de una jeringa, Erika sacó un amarillento suero de un tubo de ensayo.

Guardó su equipo en cuanto escuchó que la puerta principal se cerró de golpe, retiró los guantes de sus manos para salir de su estudio.

--- Volviste--- Sonrió. Miró mi suéter roto y su rostro cambió a una faceta preocupada--- ¿Sucedió algo?

Indeciso, me acerqué a ella y decidí contarle lo que había pasado.
Ella acarició mi mano luego de haber escuchado mi historia.

--- Hiciste algo bueno--- Habló--- Esa chica está bien, ¿cierto?

Asentí.

--- Pero ¿por qué te sientes raro?--- Preguntó sin soltar mi mano.

--- No estoy seguro--- Respondí--- Esta es la primera vez que me siento así. Pero... creo que no es una sensación mala--- Sonreí.

Ella me sonrió de vuelta.

Pitch.

--- Hemos esperado suficiente--- Dijo el pelinegro--- Quiero que traigas al chico--- Hizo una pausa escuchando a su subordinado al otro lado de la línea--- No, solo al chico.

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