़़ ℭ𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 2 ़

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[ 21 / 09 / 2005 ]

Jack.


El molesto sonido de la alarma comenzó a timbrar sin detenerse. Dirigí mi mano hasta ella para apagarla.

Me levanté de mi cama y con cuidado abrí un poco la cortina. Tapando mi rostro con mi mano, observé el sol elevarse a su punto. Estiré mi cuerpo luego de cerrar la cortina.

Lentamente dirigí mi vista hasta aquel cuadro de el hermoso amanecer completamente rojo que colgaba en mi pared.

Me duché y al terminar, comencé con mi rutina.

--- Ven aquí. Tienes que comer algo--- Hablé para el pequeño ciervo tras la reja. Moví la hoja que sostenía entre mis dedos--- Te sientes atrapado, ¿verdad? Aguanta un poco más, voy a dejarte ir cuando te recuperes--- Hice una pausa--- Tienes suerte. Tienes un lugar al que ir cuando salgas de aquí.

--- ¡Jack!--- Gritó mi madre a unos cuántos metros de distancia--- Ven, vamos a desayunar.

La miré por unos segundos mientras ella me dedicaba una sonrisa.
Observé a mi pequeño amigo y finalmente me levanté para seguir a mi madre.

--- Últimamente no dices ni 10 palabras por día, ¿sabes?--- Habló ella rompiendo el silencio.

--- ¿De qué hay que hablar?--- Murmuré mientras miraba el plato con alimento que posaba frente a mí.

Ella me miró mientras servía un vaso con agua y lo dirigía junto a mi plato. Jugueteé la comida.

--- Iré al centro--- Dije levantándome.

--- ¿Por qué?--- Cuestionó sin apartar su mirada de mí.

--- Necesito un nuevo libro de ejercicios--- Respondí.

--- Yo lo compraré mañana, iré al centro--- Propuso con una sonrisa en su radiante rostro.

--- No te preocupes--- Respondí con una sonrisa sarcástica--- No pasará nada.

Erika asintió--- Está bien, no me preocuparé. Ve--- Di unos pasos hasta que me interrumpió con el sonido de unas pastillas chocando en el interior de un frasco--- Jack, medicina. Tienes que tomarla.

Arrebaté el frasco de su mano y seguí el transcurso de mi camino.

--- Tómalo antes de llegar al centro, ¿de acuerdo?--- Gritó ella sin obtener respuesta de mi parte.

Luego de un rato, caminé por la suave arena de la playa mientras miraba el frasco.

Solté un suspiro y lo tiré para que las olas se lo llevasen.

Continué mi camino hasta finalmente llegar a mi destino.

--- Los libros han llegado--- Anunció una joven castaña, cargando una pila de libros en sus delgados brazos.

--- Colócalos allí--- Respondió el encargado señalando un lugar en específico.

Entré al establecimiento y me dirigí hasta donde los libros. Moví mis ojos, buscando el que deseaba.

़ Sangre ़Where stories live. Discover now