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En un pueblo muy lejano, la gente se regocijaba con la gracia divina que la tierra les daba. Siempre tenían cosecha, los días eran soleados y siempre había carnavales.

Los pueblerinos son personas de tan grato corazón, son unidos los unos a los otros, dentro del castillo, los reyes se regocijaban en oro y dicha.

Pero más abajo del castillo existía una zona muy oscura, un lugar que todo el mundo ignoraba. La alegría era inmensa para pensar en algo tan horrible como lo que está encerrado debajo del castillo.

Jimin escuchaba las risas de los pueblerinos, tenía una pequeña rendija en la que apenas podía sentir el Sol.

Su cabello estaba áspero y canoso.

Ni siquiera había cumplido los veinte y su cabello parecía el de un anciano, desde pequeño había estado encerrado ahí, sin poder a sentir lo que era la libertad. Solamente escuchaba a todos divertirse.

A veces se imaginaba a sí mismo bailando alrededor de la fogata con los pueblerinos.

—Jimin.

Jimin dejó de imaginar y giró hacia atrás. No había nada, solamente oscuridad.

A Jimin le daba miedo la oscuridad casi todo el tiempo estaba abrazado a la reja donde había una rendija de luz. Sus manos tenían callos de tanto abrazar las rejas y sus piernas llagas debido a la acidez de su orina.

—Jimin —la voz grave retumbó en su cabeza, de nuevo, y su corazón latió con mucho terror.

Sonaron unas pisadas, Jimin cerró los ojos aterrado cada vez las pisadas estaban más cerca estas hacían eco en el calabozo.

De la oscuridad salió un joven con una túnica y una capa color negro.

Jimin abrió los ojos al sentir una mano posar en su hombro.

Era hermoso, un hombre con elegancia, Jimin estaba desnutrido y su ropa no existía, pero eso no le causó vergüenza alguna.

—¿Quién eres? —preguntó sintiendo la voz reseca por la falta de agua.

—Mi nombre es Taehyung y he venido por usted, alteza.

Jimin abrió los ojos y la carcajada que salió de sus labios hizo eco en el calabozo. Una carcajada que no pensó que podía soltar.

—¿Alteza?

—Eso dije —dijo Taehyung—, puedo sentir lo débil que estás porque este lugar no es para ti.

—Llevo toda mi vida aquí.

—Ven conmigo —Jimin vaciló, pero aceptó, al menos de esa forma podría salir.

Sintió las frías manos de Taehyung y él lo agarró fuerte para atravesar juntos la pared.

El corazón de Jimin se aceleró con miedo.

Atravesaron la pared y salieron de un enorme árbol afuera del pueblo a un lado de un lago.

Ni siquiera pensó en lo extraño que fue eso, estaba tan sediento que se aventó al lago y tomó agua desesperado.

—¡Gracias! ¡gracias! —repetía sollozando.

—La gente de aquí será castigada por su crueldad y usted será llevado a dónde pertenece.

Taehyung se mantenía debajo del árbol tomando sombra mientras Jimin se sumergía en el agua.

—¿A dónde pertenezco? —preguntó confundido—. Me dijeron que debían mantenerme cautivo en el calabozo para que ellos puedan ser felices.

Jimin miró a Taehyung quien en sus manos tenía ropa; un overol café con una camisa beige.

—Vistace y lo guiaré lejos de aquí.

Jimin observó la ropa y comenzó a sentirse mejor.

El sol golpeando en su piel se sentía completamente bien y cuando miró su reflejo en el agua miró como su cabello canoso se volvía en uno rubio.

No entendía qué pasaba exactamente, pero eso debía ser bueno.

Salió del agua y se vistió listo para continuar con su nueva aventura, aún le dolían las piernas por estar demasiado tiempo en el calabozo, pero podía soportarlo.

Taehyung acarició el árbol y de él se extendió una oscuridad mayor.

—Venga conmigo.

Taehyung se adentro y Jimin lo siguió por detrás.

Dejando atrás el lugar en el que pasó tanto tiempo sufriendo.

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Ya tiene tiempo que tengo esta historia en borradores y la publico pq de pronto me llegó la inspiración, continuo con colors y esta vez le toca al amarillo. Espero que les guste 💛

Yellow [VMin]Where stories live. Discover now