El Campo Margarita • Caché (Terminada)

97. El campo margarita

-

—¡Bebi! —Gritó Miranda emocionada al ver a su prometida cruzar por la puerta de su apartamento en Madrid, Poché la miró y sonrió al darse cuenta lo mucho que la extrañaba, ambas chicas no evitaron sellar el momento con un beso mientras Miranda rodeaba el cuello de su novia con sus brazos.

Había unas cuantas personas en la sala de la casa y Poché no tardó en notarlo

—¡Hola! —Saludó María José con una pequeña sonrisa, las personas presentes le correspondieron el saludo amablemente.

—¡No te imaginas todo lo que te he extrañado! —Confesó la morena sin dejar de abrazar a su novia

—Yo también te he extrañado mucho, mi amor —Respondió Poché otorgándole una media sonrisa

—¿Qué te hiciste en el cabello? —Preguntó Miranda sujetando mechas del cabello de su prometida y frunciendo el ceño al observarlas

—Un cambio —Admitió la peli azul sonriendo al pensar en la locura que había hecho al pintárselo de azul —¿Te gusta? —

—¿Así te vas a casar? —Preguntó Miranda con una sonrisa bastante fingida y Poché por supuesto no había fallado en notarla.

Algo que había aprendido Poché después de años de conocer a Daniela Calle era el hecho de que no puedes depender de nadie para ser feliz, no debes esperar por la aprobación de ninguna persona para hacer lo que te gusta, ni tampoco poner tu felicidad en las manos de nadie ni nada; y eso era algo que se le había olvidado por completo, hasta que se volvió a reencontrar con Calle y ella se encargó de recordárselo con pequeños detalles que solo la peli azul podía interpretar.

—Si, así me voy a casar —Respondió Poché con determinación y una sonrisa de oreja a oreja, por primera vez en los tres años de relación que tenía con Miranda no se había limitado a hacer lo que quería por complacer sus caprichos o dejarla manipularla como quisiera. Miranda rodó los ojos poniendo mala cara —¿Quiénes son ellos? —

—Diseñadores de moda, me están ayudando con los últimos detalles de mi vestido —Dijo la morena sonriendo, Poché se sorprendió al escuchar esas palabras

—¿Ya tienes el vestido? —Preguntó sonriendo

—¡Si! —Exclamó Miranda emocionada, Poché la abrazó con una sonrisa grande en su rostro, una sonrisa que duró poco ya que la imagen de todo lo que había hecho en Colombia apareció en su cabeza como un flashback —Quiero saber que ya tienes una idea del tuyo —

—Lo hago —Respondió Poché con una media sonrisa, la verdad es que si sabía más o menos el estilo que quería para su vestido y quién podía diseñarlo, pero después de todo lo que tenía que hablar con Miranda no podía darse una idea de si las preparaciones para la boda podían continuar.

—También estuve hablando con varios decoradores de interiores que son familia de mi tío, y nos recomendaron modelos perfectos para toda la decoración —Dijo Miranda emocionada, Poché nunca antes la había visto de esa manera, y se le encogía el corazón al pensar que toda esa felicidad en su rostro podía desaparecer en algunas horas por culpa de ella —¿Bebi? —

—Dime —Poché se había perdido en sus pensamientos, Miranda odiaba cuando no le prestaba atención

—¿Qué te parece?

—Perfecto —Inventó.

—Esperamos nuestras invitaciones para la gran boda —Dijo una de las mujeres presentes en la habitación —Será la boda del año, con todo lo que tienen preparado —

—Por supuesto que tendrán su invitación —Dijo Miranda con una sonrisa fingida mientras todos recogían sus cosas y atravesaban la puerta de salida